“En Salamanca, la embajada alemana tenía una casa de putas para sus invitados”

Jesús Málaga relata en ‘La vida cotidiana en la Salamanca del siglo XX. 1924-1939’, el devenir de una época en la que la capital charra fue estratégica
Jesús Málaga, autor del libro 'La vida cotidiana en Salamanca. 1924-1939'. (1)
Jesús Málaga, autor del libro 'La vida cotidiana en Salamanca. 1924-1939', firmará libros el 22 de abril en la librería Santos Ochoa.

 

[dropcap]Q[/dropcap]uedamos con Jesús Málaga en la biblioteca de la Universidad. Como no hay nadie más que él, pedimos permiso para mantener la charla en este privilegiado lugar de estudio y saber. Málaga se siente como en casa, porque como él asegura: “Me tratan de maravilla”.
Jesús Málaga le dedica su último libro, ‘La vida cotidiana en la Salamanca del siglo XX. 1924-1939’, a las mujeres de su vida y queremos saber cuántas salmantinas fueron decisivas en ese periodo de la historia de nuestra Salamanca. No hay sorpresas. “No creas que muchas. Las mujeres no destacaban».

Comenzamos la charla hablando de mujeres, de dos que fueron ricas y relevantes, y la concluimos hablando de putas, que eran pobres e insignificantes, pero muy importantes. Salamanca camina en esta época entre la Catedral y el lupanar y por ambas cosas era conocida.

Una de las mujeres era Doña Inés Luna Terrero,  era más que una mujer, porque era rica.
(Risas) Sí, por eso se saltaba todas las normas.

Málaga cuenta que Inés Luna Terrero guardaba todas las cartas de amor que se intercambiaba con el dictador Miguel Primo de Rivera. “Eran muy subidas de tono. Uno de los gobernadores franquistas, lo que hizo para congratularse con la familia de Primo de Rivera fue darle las cartas a su hija Pilar, la presidenta de la Sección Femenina, ella que era una beatorra, las hizo desaparecer. Fue una pérdida para el archivo de la Fundación Luna Terrero. Tremendo”, explica Jesús Málaga.

Inés Luna Terrero, La Bebe. Foto. Fundación Inés Luna Terrero.

¿Inés Luna Terrero fue la figura más representativa de los ‘felices años 20’ en Salamanca?
Hay otra figura femenina muy interesante, Gonzaga Santana, ‘La Pollita de Oro’. Era una mujer generosa. La rica de Alaejos. No había pobres a su lado. Cuando los sindicatos tenían problemas de paro en la República iban a los distintos terratenientes a ofertarles a los trabajadores, al final quedaba siempre un grupo muy grande que no podían colocar y se dirigían a doña Gonzaga y ella los contrataba a todos.

Una mujer singular…
Sí. Los vecinos más humildes de Salamanca le hicieron un homenaje delante de su casa y ese día se fue de Salamanca. No quería líos. (Risas) Fue una mujer ejemplar.

¿Cómo fue el paso de las Misiones Pedagógicas que trajeron a Lorca a la ciudad?
Para Lorca fue un sitio más, creo que vino por la Universidad. Sobre las Misiones Pedagógicas tenemos que tener en cuenta que la situación en el campo salmantino era horrorosa. Algunos de esos pueblos estaban en el medievo. Debió de ser asombroso poder ver el cinematógrafo. Pero, todo se cortó de raíz con las huelgas generales que hubo en la República. Para Salamanca fueron terribles, cercenaron la esperanza que tenían y la reforma agraria fue muy lenta. Salamanca siempre fue una ciudad muy de derechas y controlada por la Iglesia.

¿Tanto?
Sí. Cuando se constituye la Universidad Pontificia solo de la orden de Maestro Ávila vienen unos 500 operarios. Aquí se llegaron a instalar hasta un centenar de órdenes religiosas. Multiplica. En una ciudad pequeña como Salamanca meter a tantos religiosos… Fue una Iglesia muy activa y muy inteligente para sus intereses.

Salamanca fue un semillero de religiosos.
Fue el semillero de España, incluso, del mundo.

Jesús Málaga, autor del libro 'La vida cotidiana en Salamanca. 1924-1939'. (4)
Jesús Málaga, autor del libro ‘La vida cotidiana en Salamanca. 1924-1939’.

Franco lo tenía fácil para estar cómodo en Salamanca…
La ideología que justifica el golpe de Estado de Franco se asienta mucho en la facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca, sobre todo, con Sánchez Tejerina en la cabeza. Estos profesores y catedráticos son los que hacen el proceso de justificación del régimen desde el punto de vista legal. Pero, la fuerza moral sobre la pastoral la va a poner el obispo de Salamanca, Plá Deniel, apoyando el golpe de Estado. Este obispo jugó todas las cartas a favor de Franco y el dictador lo recompensó.

¿Se puede justificar todo con la Ley?
No. El golpe de Estado se ha querido escribir a favor, sobre todo estos últimos años, pero fue un golpe de Estado contra un gobierno legalmente constituido.

¿Cómo se comportó la clase política?
Hay un grupo de políticos que tiene un comportamiento ético fantástico. Filiberto Villalobos, que era de centro derecha, pero su ministerio llenó de escuelas todo el país; Casto Prieto Carrasco, alcalde de Salamanca y catedrático de Anatomía, que era amigo de Población, Agustín del Cañizo, de Unamuno,… Muchos no eran militantes, pero sí eran avanzados y daban todo por la gente. Otro personaje curioso fue Manso, profesor de la Normal, más político. Es uno de los que muere con Prieto Carrasco.

Algún nombre que esté más en el olvido.
Dos. Don Primitivo Santa Cecilia, un hombre maravilloso, de Pizarrales, que llegó a ser alcalde. Fue muy maltratado. García Tejado, un hombre simpático, agradable,…era médico y a los enfermos los animaba. Fue clarividente, porque vio que Salamanca se podía quedar sin la facultad de Medicina y entra en política para salvarla. Fue alcalde interino y después presidente de la Diputación y construye el hospital provincial. Es curioso como Salamanca siendo una ciudad pequeña fue tan esencial en este periodo de la historia de nuestro país.

¿Por qué?
Porque fue el ensayo de la unión de la derecha, con Gil Robles, que después en la Guerra Civil desaparece, pero lo apoya económicamente.

¿Cómo era el perfil de los salmantinos?
Era pobre, se pasaba hambre. He repasado cientos de cartas donde las gentes de los pueblos le escribían al gobernador diciendo que se morían de hambre. La ciudad comenzaba a ser más moderna, con peluquerías, tiendas, comercios, hoteles,…

¿Cómo fue la guerra?
Tremenda, para el grupo perdedor, tremenda. Lo que describo son los incidentes de la Plaza y el encuentro de los cadáveres de don Castro Prieto, que hicieron recapacitar a los salmantinos de que esto era en serio. Hubo gente que iba a ver los fusilamientos al cementerio y luego se tomaban un chocolate en la Plaza. Y no se les atragantaba.

Carmen Franco, cuando tenía 10 años, con sus padres, Carmen Polo y Francisco Franco.

¿Por qué Franco elige Salamanca?
Primero, Salamanca está en la retaguardia. Segundo, no había un lugar tan estratégico como el Palacio del Obispo, que está entre tres monumentos nacionales: el Puente Romano, las Catedrales y la Universidad. El Gobierno de la República no los iba a bombardear. Y, en tercer lugar, porque Salamanca había sido una de las zonas con más voto conservador, por lo que estaba entre amigos.

¿Franco era muy estratega?
Sí… mucho. Varios apuntes más de su estrategia. Estaba a media hora del aeródromo de San Fernando, por lo que podía irse y por último, Salamanca se encuentra al lado de Portugal, una frontera amiga, con Salazar en el Gobierno luso.

El dictador se dio paseos por Salamanca…
Sí. No mucho, pero sí alguna vez. No hizo tertulia con los salmantinos.

¿Doña Carmen?
Tenía su agenda…

O sea, que en el libro tenemos algo de ‘cotilleo’.
Sí. Un ejemplo: Doña Carmen Polo iba a tomar café todos los días a un palacete que hay en la plaza de la Reina. Además, su hermana y su cuñado, Serrano Suñer, vivieron en la parte alta del Palacio del Obispo.

¿Les cedieron más palacios?
Sí. En el Palacio de Monterrey se instaló parte del séquito de Franco.

¿Con el beneplácito del Duque de Alba?
Sí, luego fue embajador en Londres.

Jesús Málaga, autor del libro 'La vida cotidiana en Salamanca. 1924-1939'. (2)
Jesús Málaga, autor del libro ‘La vida cotidiana en Salamanca. 1924-1939’.

Salamanca fue muy importante en los años anteriores a la Guerra y la propia Guerra. También estaban Burgos y Valladolid, pero el grado de importancia era menor.  En Burgos estaba el Gobierno de trámite y logística y en Valladolid, el orden público y la represión. “En Salamanca estaba el cuartel general del Generalísimo, todas las sedes de los partidos de derechas, los hospitales de sangre, todo lo diplomático,… Aquí teníamos la embajada de Italia, Alemania, Portugal y Japón. Estaba todo el Eje representado y las grandes personalidades se hospedaban en el Gran Hotel. Salamanca era el centro del poder”, explica Málaga.

Además, en Salamanca nace Radio Nacional de España, todo el aparato propagandístico y el control cinematográfico.

¿El Gobierno de la República supo que Salamanca era tan importante?
Sí, por eso hubo bombardeos, pero fuera de la ciudad. Por ejemplo hay tres bombardeos en Alba de Tormes, pero es porque en Gargabete estaba la casa del embajador alemán, todavía se conserva el refugio antiaéreo.

Siendo Salamanca una ciudad donde el lupanar era famoso. ¿Cómo estaba en esta época?
Bien. La embajada alemana tenía una casa de putas para sus invitados. (Risas)

*** Jesús Málaga autor de libro: ‘La vida cotidiana en la Salamanca del siglo XX. 1924-1939’. Está editado por el Ayuntamiento de Salamanca y Jesús Málaga no cobra nada por la venta de ejemplares.  

El último libro de Jesús Málaga, ‘La vida cotidiana en la Salamanca del siglo XX. 1924-1939’.

2 comentarios en «“En Salamanca, la embajada alemana tenía una casa de putas para sus invitados”»

  1. Lo que ha quedado sin preguntar, en la entrevista, ha sido, qué tiene que ver la Salamanca de hoy con la de entonces. Quizá porque la respuesta sería que, aparte de los lógicos avances sucedidos en el tiempo, la estructura social, el facherío y el clasismo han ido a más. Pobre Salamanca.

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