La polémica por la situación de las obras del estadio Reina Sofía de la capital salmantina sigue su curso, y lejos de llegar a un buen final, todo parece enredarse aún más.
Según apuntó La Crónica de Salamanca hace varias semanas, una serie de defectos en el proyecto impedían a la empresa terminar las obras o proseguir con las mismas, por lo que el sueño de los aficionados de acudir este mes de enero a ver a su equipo en directo se desvanece cada vez más.
Ante esta situación, y según ha podido saber este La Crónica de fuentes próximas, el ayuntamiento de Salamanca y la empresa adjudicataria de las obras del Reina Sofía tienen una «voluntad» clara para rescindir el contrato que les une, aunque no va a ser nada sencillo en caso de que así ocurra.
Este proceso no es fácil, porque el Ayuntamiento quiere rescindir para tener así «una excusa», pero romper relaciones de una manera amistosa sin penalización va a ser complicado. «No será fácil que el Ayuntamiento salve su cara sin perjudicar a la empresa«, apuntan fuentes cercanas a este medio.
Por tanto, pese a existir una voluntad de rescisión por parte de ambos organismos, la situación no parece sencilla para un bien común, lo que sigue provocando la acumulación de retraso en unas obras que deberían haber terminado hace meses.
