[dropcap]D[/dropcap]ecía la copa Tatuaje, copla que cantó la gran Rocío Jurado: «Mira tu nombre tatuado en la caricia de mi piel.A fuego lento lo he marcado y para siempre iré con él. Quizá ya tú me has olvidado, en cambio yo no te olvidé. Y hasta que no te haya encontrado sin descansar te buscaré».
Quizá Rocío Flores, nieta mayor de la Más Grande, haya oído mil veces esta copla en la voz de su abuela, y quizá por ello ha querido homenajearla tatuándose la firma de su abuela, Rocío Mohedano, y su abuelo, Pedro Carrasco.
Acompañan las rúbricas de sus abuelos, una rosa y unos guantes de boxeo.
No es la primera vez que la nieta de Rocío Jurado y Pedro Carrasco los recuerda. Es frecuente que la hija de Antonio David y Rocío Carrasco escriba sobre sus abuelos o comparta momentos felices junto a ellos.
Rocío Flores compartió una fotografía de su abuela y de ella con este mensaje: «Siempre es importante recordar algo, lo más importante es lo que perdura y nuestras familias son eternas».