El Guijuelo sigue en busca del milagro que le permita estar en la 2ª RFEF en la temporada 2021-22; la ‘presa’ no es nada fácil, pero el equipo se agarra a las matemáticas y a su fútbol para seguir creyendo.
Por ello, cuantos más jugadores se ‘apunten’ a la causa del Guijuelo, mucho mejor, porque todos los recursos serán necesarios y bien recibidos para afrontar los últimos cinco partidos de la temporada, con el objetivo de sumar 15 puntos.
La última gran sorpresa, que ya venía anunciando su llegada, ha sido la ‘resurrección’ de Fernando Pérez Quijada, Deco, el ‘14’ del CD Guijuelo, quien por fin ha demostrado el jugador que es después de muchos meses en los que no ha estado, pese a tener muchas oportunidades.
“Aún estamos con vida; lástima los dos puntos que dejamos escapar contra el Covadonga porque se vería la cosa de otra manera. Pero mientras haya opciones, no nos vamos a rendir”, señaló tras el partido ante el Sporting B.
Y es que, el jugador cacereño, pese a haber jugado 19 partidos, solo ha jugado 859 minutos en esta temporada, en la que no ha dado el nivel… hasta ahora.
“No ha sido mi mejor temporada y todos sabemos que los jugadores tienen picos de forma durante la temporada, pero a mí me ha costado encontrar el mío y ojalá lo hubiese podido encontrar antes para haber ayudado al equipo. Pero lo bueno es que hay mucha competencia en todos los puestos, jugará el que mejor esté”, señaló Deco.
Para él, ha sido clave la confianza que le ha dado Chuchi por una oportunidad que él sí ha sabido aprovechar; no hay que olvidar que, en un partido, jugó un juvenil por delante de él, en un toque de atención que le sirvió como punto de inflexión.
“Al final, el jugador cuanta más confianza tiene, más rinde; pero ya te digo, la culpa de que no haya jugado antes o haya tenido más minutos es mía, la verdad”, concluyó con autocrítica.
Además, Chuchi Jorqués, entrenador del Guijuelo, dijo estas palabras sobre Deco al final del partido contra el Sporting B, siendo uno de los artífices de su ‘resurrección’:
“Todo lo bueno que le pase a Deco, después de su familia, el que más se va a alegrar soy yo. Porque no da un ruido, nunca ha tenido un mal gesto, siempre con una sonrisa y cuando le he necesitado, siempre ha sumado. Yo no cierro las puertas a nadie y el jugador muchas veces se pone de titular y muchas veces se quita; él se lo ha ganado, y a jugar. Incluso un día saqué a un juvenil antes que a él; si llego a tener un hijo mayor, me gustaría que fuese como él porque no da un ruido”.
