[dropcap]S[/dropcap]e encuentra cansada. Necesita parar, porque están aguantando mucha carga emocional. No obstante, sabe que tiene que estar al pie de cañón. “También estamos cansados porque nos tenemos que ir formando a contracorriente con herramientas que no teníamos. Ningún profesional estábamos preparados para una pandemia, ni para lo que está surgiendo”, se sincera la psicóloga Carolina Torres Delgado.
Durante la conversación, los verbos los conjuga en plural, así ponen en valor el trabajo de los psicólogos y de su equipo. Aprovechamos la conversación para preguntarle a Carolina Torres Delgado qué haría si la llamara Pedro Sánchez pidiéndole consejo en cómo invertir los 77.000M€ de los Fondos Europeos para la Recuperación. Lo tiene claro: en salud mental.
Reconoce que con relación a las emociones humanas no ha aprendido nada nuevo durante la pandemia, pero sí que ha reafirmado la capacidad de adaptación que tiene el ser humano. “Sorprende que las personas sean tan tolerante y no haya desajustes social y salgan a las calles. Sorprende el aguante que tenemos ante la incertidumbre, ante las medidas incoherentes que se pone muchas veces,… “.
Incoherentes y a veces contradictorias…
Sí. Puedas ir a México y no a Extremadura, eso a las personas les crea irascibilidad. Hay muchas personas que no se han despedido de sus seres queridos. Eso para un proceso de duelo es muy jorobado.
¿Cuánto de importante es que nos acompañemos para despedir a un ser querido?
Se ha puesto de relieve la importancia de los rituales, que quizá los teníamos de lado. Es muy importante el acompañamiento; una mano que te coja en el último momento; una persona que diga unas palabras tranquilizadoras y de paz. De eso se han encargado los sanitarios, pero ellos estaban con una carga de trabajo muy grande en esos momentos, sobre todo al principio de la pandemia. Es estremecedor.
Y,… ¿los familiares que no se han despedido?
Seguramente, conllevará un duelo patológico.
¿Cómo está nuestra salud mental?
(Se lo piensa) Bastante resentida a nivel general.
¿Vamos a perder la cabeza?
Si se fomentara la salud mental en el sistema público, sería más fácil que no la perdiéramos, pero lo que se está haciendo es una farmacoterapia.
¿Eso ayuda?
Es un parche. No es la solución. Está demostrado que es mejor un proceso terapéutico en algunas ocasiones, que la terapia farmacológica, pero no hay tiempo, ni profesionales,… Lo paliamos desde el médico de Atención Primaria que hace lo que puede, porque tampoco tiene una formación extensa de salud mental, te da el ansiolítico y ya está. ¿Quién no conoce la palabra trankimazin?
Todos…
Sí. Además, lo que genera es una falsa sensación de patología, cuando, a veces, no la hay. El estrés tenemos que tenerlo, al igual que la ansiedad. Es adaptativa. Pero, al mínimo que estamos nerviosos o tristes, tenemos que recurrir a la pastilla y no es así. Tenemos que entrenarnos en gestión emocional y para eso se necesitan profesionales de la salud mental.
¿Se ha quitado el tabú de ir al psicólogo?
Está disminuyendo. Gracias a la pandemia se nos está poniendo más en valor y se ha normalizado ir a terapia, como vas al fisioterapeuta.
Hasta que no contamos el problema que tenemos, no lo sanamos.
Hay una frase: “Lo que no dices, el cuerpo lo habla”. Todo lo que callas, al final te sale en síntomas que puede ser insomnio, migrañas, dermatitis,… al final el cuerpo te para en seco cuando te estás pasando de rosca.
¿Hay pócimas mágicas?
No. Hay trabajo. Ir al psicólogo y empezar un proceso terapéutico cuesta recursos económicos, temporales y psicológicos, porque tienes que remover, reorganizar y hacer todo una investigación de cuáles son los patrones que tienes instaurados y donde hay que flexibilizar.
Por ejemplo.
Si te da miedo ir a un centro comercial, no te va a quedar más remedido que ir, acompañada de tu terapeuta, pero vas a tener que enfrentarte. También si estás en una situación de pareja donde no haces más que decir qué mal, qué mal,… quizá tengas que enfrentarte y si te planteas abandonar esa situación que te causando malestar… No es fácil. Hay que tomar decisiones. Muchas veces preferimos vivir con ansiedad, que curarla.
Carolina. ¿Sacaremos algún beneficio de lo que está pasando?
Al principio, como todos, pensaba que sí, pero ahora veo que, no es que seamos malos o buenos, más bien estamos todos muy agotados. La irascibilidad ante las medidas contradictorias; ante una persona que nos está diciendo haz esto, pero él hace lo contrario,… Estamos haciendo de policía de balcón, miramos al otro y eso provoca angustia, cabreo, frustración,… en vez de gestionarlo, lo ponemos en el otro, en el afuera. No sé si nos hará mejores personas, nosotros somos una sociedad muy solidaria, a la vista está. Pero, también está la parte de que estamos agotados y tiene que salir.
¿Crees que podemos trabajar la actitud positiva, no hablo del buenismo?
Depende de dónde partamos, de que situación psicosocial y económica en la que estés. Puedes aprender de un momento de crisis, pero si te has quedado sin nada de recursos, con hijos,… no sé qué se podría aprender. Quizá se pueda trabajar la tolerancia a la frustración, que en una franja de edad joven se está perdiendo un poco por esta sobreprotección que han tenido de los padres. Sin embargo, han acatado muy bien las normas.
En las semanas de confinamiento, hubo mucha creatividad…
Sí. Ha habido una cosa muy importante durante la pandemia que ha sido el aburrimiento. Antes no teníamos tiempo para aburrirnos y de ahí nace la creatividad. Los niños generan la creatividad con el aburrimiento. Si a un niño que se aburre, le das una Tablet, la has liado y le has quitado todos los recursos. A nosotros nos ha pasado lo mismo, estábamos enredados en el no parar, nos hemos parado en seco y… nos hemos puedo a hacer pasteles, pan, bricomanía,… Quizá esto si sea positivo.
No sé qué dirán los panaderos de esto…
(Risas)
¿Cuándo debemos hacer terapia?
No hay un momento clave. No hace falta estar mal para ir a terapia. Nosotros decimos que más vale prevenir que curar. Si tú tienes y entrenas una buena salud mental, una buena gestión emocional, no vas a tener patologías o las vas a prevenir. Eso conlleva que no vas a colapsar el sistema de salud pública.
¿A qué te refieres?
Muchas patologías influyen en lo somático, en lo psicosomático. Puedes trabajar en ti mismo, en quién soy, cómo quiero vivir, qué cambios quiero hacer,… Y luego está, en el que sí o sí hay que ir a terapia. Es cuando la sintomatología te impide hacer las actividades de la vida diaria. Aquí ya se necesita un tratamiento.
¿Danos unos ejercicios para entrenar nuestra salud mental?
Voy a ser muy directa, lo primero: parar. No tenemos tiempo para pensar. Una hora a la semana paró en seco y la dedico a mí. Llámalo meditar, sentarte en el baño, darte un paseo,.. que no haya ruido. Ahí vas a encontrar respuestas.
¿Y después?
Coges un cuaderno y escribes todo lo que te ha venido a la mente. A partir de aquí puedes preguntarte cosas: ¿Qué quiero? ¿Qué está mal en mi vida?…. Simplemente hay que escuchar y a partir de aquí, empezar.
Alguno más…
Sí. Un buen manejo de la respiración va a hacer que tu sistema nervioso autónomo, funcione más estable. Así no se reaccionará con agresividad o estrés a estímulos externos. Por ejemplo. Los tres cincos: en cinco segundos haces una inspiración, aguantes otros cinco y exhalas en cinco. Con esto has parado unos segundos, has bajado el ritmo y te enfrentas de otra manera.
¿De esta salimos juntos o no salimos?
Totalmente. Esto nos está poniendo una prueba de fuego de que somos una sociedad colectiva. Esto de ir a tu bola, no funciona. El ejemplo más gráfico es la mascarilla, no para protegerme a mí, sino a ti y si tú te la pones, me proteges a mí. Necesitamos volver a esa colectividad, lo hago por todos, por el equipo. Estamos en una sociedad individualistas, en cambio en las orientales que son colectivistas, a la vista está que les ha ido un poco mejor.
Te suena el teléfono y te pide una consulta Pedro Sánchez…
(Risas)
Te dice que tiene 77.000 millones de euros de los fondos europeos para la recuperación. ¿Qué consejo le darías para invertirlos bien?
Lo primero tendría que respirar (Risas) No soy economistas, pero que por favor escuche a la sociedad que está sufriendo y que invierta en salud mental, que pongan más psicólogos en el sistema público de salud. Tenemos la ratio de psicólogos por habitantes más pequeña de Europa. Por favor, que inviertan ahí, para que las personas que no tienen recursos para pagarse un psicólogo privado puedan acceder.
Si tenemos una buena salud mental, tendremos una buena salud económica…
Va de la mano. Muchas veces tildamos a los problemas de salud mental que son problemas sociales. Siempre digo que si tienes para comer y para vivir, no vas a tener los mismos problemas de ansiedad que una persona que no tiene nada. Eso no es un problema psicológico, es social. Algunas veces van de la mano. Somos seres vio-psico-sociales, por eso hay que cuidar lo fisiológico, el contexto y la mente.