La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) se ha dirigido al Ministerio de Sanidad para abordar de manera urgente la situación de deterioro de los centros de salud en toda España como consecuencia del déficit de personal, falta de inversiones y la situación de colapso generada durante la pandemia y que ahora lastra su funcionamiento.
Desde CSIF, consideran que los centros de salud afrontan la reanudación de las citas presenciales y las campañas de vacunación en precario y sin garantías suficientes para ofrecer los niveles de calidad asistencial que requieren los ciudadanos. «La covid demostró que no estábamos preparados para afrontar una crisis de esa magnitud, en gran parte por los recortes aplicados en la sanidad durante los últimos años. Y ahora que la pandemia está evolucionando de manera positiva, vemos que los centros de salud se han quedado ‘tocados’ y no se encuentran a punto para recuperar la normalidad», indica.
Listas de espera de hasta 15 y 20 días en Atención Primaria, sobrecarga de trabajo, pacientes que acuden sin cita previa con problemas de salud, bajas del personal sanitario por agotamiento o covid persistente, deterioro de infraestructuras e instalaciones y en el horizonte el fin de miles de contratos de refuerzo (aproximadamente 50.000) que previsiblemente finalizarán a final de año. A esto se suma el cierre progresivo de los ‘vacunódromos’ con lo que esta labor se trasladará también a los centros de salud.
Ante esta situación y las quejas de CSIF, el ministerio ha anticipado las fechas a los sindicatos de las tres mesas específicas sobre Atención Primaria, temporalidad y condiciones laborales, para los próximos días 4, 11 y 18 de noviembre, que llevaban anunciadas desde febrero. Además, CSIF se dirigirá al Defensor del Pueblo para que también evalúe la situación.
Los últimos datos de la Seguridad Social ya nos indican que la Sanidad ha destruido 13.311 puestos de trabajo durante el mes de septiembre, lo que nos parece una gravísima irresponsabilidad teniendo en cuenta las dificultades que todavía atraviesa el Sistema Nacional de Salud. Estos datos vuelven a poner de manifiesto las debilidades de nuestro sistema, el envejecimiento de las plantillas y la precariedad en el empleo que afecta a servicios fundamentales que recibe la ciudadanía.
Plazas de formación
Por otra parte, vemos con preocupación la insuficiente oferta de formación sanitaria especializada: 10.634 plazas, un 3,8 por ciento más que el año anterior y muy lejos del 20 por ciento que reclamamos desde CSIF. Además, en el caso concreto de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, a pesar de continuar siendo la que mayor número de plazas concentra se reduce en dos respecto al año pasado (2.336 plazas frente a las 2.338 de la convocatoria 2020-2021).
A ello se añade el porcentaje de renuncias a la plaza adjudicada que este año ha aumentado en esta especialidad (2,41% según datos de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria) debido a la adjudicación de plazas exclusivamente telemática, un sistema que no ha permitido a las personas aspirantes elegir en tiempo real la plaza.
Asimismo, hay que tener en cuenta que España está por debajo de la mayoría de los países de nuestro entorno, presentando una ratio en Atención Primaria de personal médico y de Enfermería por 1.000 habitantes de 0.77 y 0.66 respectivamente, no habiendo sufrido prácticamente cambios en los últimos diez años y que, en el caso del personal facultativo, está muy alejada de las tasas de otros países como Portugal (2,6), Irlanda (1,82), Países Bajos (1,61), Austria (1,56) y Francia (1,42).
Igualmente, hay un déficit de tutores de formación especializada, tanto por la carencia estructural en las plantillas de profesionales, como por el escaso reconocimiento. A esta circunstancia se suma la elevada media de edad de este colectivo, con una previsión de jubilaciones elevada en los próximos 5 a 10 años.
Desde CSIF, señalan que para alcanzar el promedio europeo sería necesario contar en nuestro país con 9500 profesionales más de Medicina de Familia, teniendo en cuenta además que se jubilarán entre 4000 y 5000 efectivos en los próximos 10 años. Asimismo, hay un déficit de 28.217 profesionales de Enfermería en Atención Primaria y de otros miles procedentes de otros colectivos (TCAE, fisioterapeutas, administrativos), por lo que el presupuesto que necesitaría invertirse en RRHH para Atención Primaria sería entre ambas categorías más de 1.300 millones de euros para alcanzar los ratios de la UE, cifra a la que habría que sumar el presupuesto necesario para el resto de categorías que trabajan en este nivel asistencial (matronas, fisioterapeutas, trabajadores sociales, TCAE, personal administrativo, etc). En resumen, hacen falta más de 38.000 profesionales en Atención Primaria.