Quizá las nuevas generaciones no conozcan a Núria Bermúdez, pero fue uno de los personajes más carismáticos y televisivos de finales de los noventa, principios de este milenio.
Núria Bermúdez se dio a conocer por haber tenido un tórrido romance con Antonio David Flores, al poco tiempo de separarse de Rocío Carrasco. Después vendían muchas horas de televisión, muchos montajes y al final encontró el amor, o eso pensaba ella, en los brazos del jugador de fútbol Dani Güiza, con el que tuvo a su hijo Daniel.
Con la familia del futbolista también tuvo sus más y sus menos y cantidades ingentes de horas de televisión. Pero, un día decidió que era hora de retirarse y así lo hizo. No obstante, de vez en cuando se asoma a la actualidad, tienen legión de seguidores y es una influencer reconocida y reconocible.
Ahora, Núria Bermúdez ha querido compartir con los suyos un momento no tan feliz como suele hacer, para comunicar que la han operado de un tumor maligno. Todo ello, lo ha hecho para que las personas tomen conciencia de que hay que mirarse el cuerpo y estar atenta a las señales que nos va dando, «porque hay veces que ciertas cosas pueden pasar desapercibidas o parecen estar en orden… y no ser así», escribe en sus redes.
Bermúdez cuenta que siempre ha tenido una manchita en el cuerpo, una de esas “señas de identidad”.
Cuando ha acudido a distintos dermatólogos, siempre obtuvo la misma respuesta: nada, no es nada, “una mancha tipo cicatriz que en cualquier momento puedes quitarte”.
Hace unos años – a finales de 2019 – acudió a otra dermatóloga con la intención de quitármela. Me hizo una biopsia en su consulta. Tras unos días de “simple molestia” resultó ser una mancha sin importancia.
Pasaron las navidades y llegó el confinamiento (marzo 2020). «Como tampoco era algo que se me viera, salvo foto de la zona, algo que no crecía (ni cuando aumenté 30 kilos en mi embarazo en 2007) y demás… ahí se quedó», explica.
Haciéndose una foto a finales de 2021 debido una intervención a la que debía someterse (por salud), mirándose al espejo descubrió que en este último año la mancha había aumentado 2-3 veces su tamaño y que allá por dónde iba creciendo, iba comiendo la dermis.
«Acudí entonces al Hospital HM de Torrelodones, donde se me practica una biopsia en quirófano. Resultó que tengo un Dermatofibrosarcoma protuberans, un raro tipo de tumor maligno de 4 cm».
Núria Bermúdez agradece la implicación, profesionalidad y cariño de la doctora Elena Ruiz que, desde un primer momento, y ante el pálpito de tener frente a sus ojos un caso que en 24 años de carrera sólo había visto 10 veces (las dos últimas la misma semana), «actuó con la rapidez necesaria para extirpar el tumor. Ahora sólo tengo una cicatriz que me recuerda una batalla más», apunta.
«Lo que quiero deciros con esto es que, ante manchas o lunares que podáis tener en el cuerpo, no os relajéis… incluso si una prueba (como la biopsia que me hicieron en 2019) os dice que no es un tema importante. Que acudáis nuevamente y no dejéis de revisaros porque puede derivar en algo que necesite una pronta actuación», concluye.
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