El pasado 2 de agosto se comunicó la entrada en vigor de las medidas de ahorro energético para cumplir el acuerdo con la UE para reducir nuestro consumo de gas en un 7%. Como era de esperar, las medidas establecidas han generado diversidad de opiniones entre los dueños y trabajadores de los negocios salmantinos que se verán afectados por su aplicación, aunque están encaminadas a que baje su factura energética, sobre todo del gasto en aire acondicionado quienes lo tengan. Pese a ello, los comerciantes (salvo algunos insumisos) han apagado sus escaparates el primer día de aplicación de estas medidas, aunque dicen no que bajarán sus ventas sino que ese apagón perjudica a la seguridad ciudadana, algo que no parece tener demasiada consistencia en una ciudad como Salamanca, donde apenas hay gente a partir de las 22 horas, salvo en fechas señaladas.
Texto: Pedro Aristarain
Los negocios salmantinos tendrán que adaptarse al nuevo marco. Los empresarios consultados por La Crónica de Salamanca definieron estas medidas como “exageradas y poco acordes a la realidad de muchos locales”.
La imposición del apagado de escaparates a partir de las 22.00 fue criticada repetidamente por varios motivos, aunque se expresó que las luces de la calle permanecerán encendidas, varios comerciantes alegaron que apagar las luces de los negocios “incentivará la delincuencia y el vandalismo”, siguiendo el argumentario del PP. Una dueña de un negocio situado en Calle Zamora explicaba que dicha calle está mayormente iluminada por los escaparates y que le preocupa como será la situación de una calle a oscuras.
Por otro lado, varios entrevistados declararon que el control de temperatura esperado para esta temporada no está bien aplicado, esto sustentado con la afirmación de que no es viable aplicar la misma norma homogéneamente para todos los negocios sin importar el producto o servicio que ofrezcan, o su ubicación.
Como último punto, la decisión del gobierno nacional de establecer las puertas con cierre automático como necesarias con un periodo de instalación de un mes, fue de las medidas peor recibidas por quienes deben hacer estas modificaciones en sus locales. Con un mínimo que ronda los 1.000 euros de coste de instalación, hay comerciantes se ven incapaces de llevarlo acabo en el tiempo esperado, explicando que la situación económica no es la adecuada para realizar estas obras, “es un gasto muy importante en los momentos de déficit que estamos viviendo”, declaraba una dueña de un negocio de Plaza del Campillo. Es por esta razón que un punto que se ha repetido en muchos de los entrevistados fue la necesidad de un subsidio que ayude a cubrir los costes de estas obras.
José Luis Delgado, vicepresidente de Asecov (Asociación Salmantina de Empresarios de Comercio Vario), y afectado en su librería “El Carmen” explica que, aunque se deben tomar medidas para ahorrar energía, son “un montón” de errores los cometidos en estas medidas. “La gente no sabe que el mejor dependiente que hay en los establecimientos es el escaparate, apagarlos a las 22.00 es una barbaridad”, explicaba.
Delgado ve “imposible” la implantación de puertas con cierre automático, no solo por el coste, porque los precios de las obras llegan hasta los 5.000 euros, sino también por el poco tiempo que se dispone para llevarlo a cabo teniendo en cuenta que no hay suficientes profesionales para tanta demanda. Por último, Delgado define el conjunto de medidas como una “barbaridad”.
Sin embargo, no todos los trabajadores que deberán adaptarse a la nueva normativa están en desacuerdo. Algunos de estos explican que desde ya hace tiempo hay sitios en Salamanca en los que se derrocha de manera innecesaria la energía y que mientras exista un límite “lógico” lo ven normal.
Así es como los negocios de la ciudad se sienten frente a las medidas de ahorro que se aplican a partir de este martes de madrugada.
3 comentarios en «Salamanca apaga los escaparates»
Como dice Juan Tortosa, no es insumisión, es gamberrismo. No hay tiempo para discutir ni consensuar, hay que reducir el consumo energético ante el riesgo de llegar a un caos total. En esa reducción tienen que implicarse todos los gobiernos en sus distintos niveles: ayuntamiento, diputación, comunidad autónoma…Pero siguen, aún, en Las Batuecas. ¿Cuando se van a poner las pilas?
esperemos que la luz que se apaga no apague la ilusión y el colorido de la vida nuestro Ayto. tiene que procurar que las luces de la calle ,e instalaciones deportivas vayan pasando todas a led así como también veo exceso de iluminación en algunos lugares y en otros escasa hay que predicar con el ejemplo
Los horarios de encendido y apagado de la luz habría que ajustarlos mucho más. Se pueden ganar varios minutos todos los días. Eso, por muchos miles de lámparas suma millones de horas, es decir muchos kw-h. Durante muchos años el horario de la iluminación ha sido un despilfarro escandaloso, pero a nadie le parecía mal (salvo a algunos ecologistas). Ahora que hay más conciencia ahorremos kilowatios en todos y cada uno de los aparatos de consumo. Las instituciones deberían de dar ejemplo, pero algunos se rebelan porque su único fin es hacer daño a un gobierno central que odian.