Iberdrola, la mayor compañía eléctrica de Europa, ha presentado este lunes un nuevo informe titulado ‘Electric, Together’. El manifiesto, de cinco puntos, es una llamada a la acción dirigida a los responsables políticos mundiales, a las empresas de los sectores energético e industrial y a otros actores económicos y sociales.
El documento establece las medidas que hay que adoptar ya, este año, para romper el ciclo de crisis impulsado por el petróleo y el gas, y ofrecer seguridad energética a través de las energías limpias lo antes posible.
El manifiesto, dirigido a los líderes que asisten esta semana al Foro Económico Mundial de Davos, desvela los retos que quedan por resolver en la transición energética y establece las mejores formas para alcanzar este objetivo a gran velocidad.
Iberdrola invertirá 47.000 millones entre 2023 y 2025 para mejorar el sistema energético en Estados Unidos, Europa, Reino Unido, Latinoamérica y Asia-Pacífico.
Los cinco fundamentos para avanzar rápidamente hacia la seguridad energética verde son: en primer lugar acelerar el despliegue de redes inteligentes. Las redes tendrán que adaptarse al volumen de energía renovable, que se quintuplicará o sextuplicará en 2040, para alcanzar los objetivos de ‘Net Zero’.
Según McKinsey, sólo en Estados Unidos, la red eléctrica deberá ampliarse al menos un 60% hasta 2030. Es decir, es necesario completar las mejoras de un siglo en menos de una década. En segundo lugar acelerar el despliegue de proyectos de generación renovable.
Los largos y complejos procedimientos de concesión de permisos están frenando el despliegue de proyectos de energías renovables. Esto debe resolverse. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la generación renovable tiene que pasar de casi el 29% del mix de generación en 2021 a más del 60% en 2030.
En tercer lugar ampliar el uso del hidrógeno verde como solución para las industrias difíciles de descarbonizar. Algunas áreas de la industria y el transporte pesado dependerán del hidrógeno verde para su transición y son necesarias políticas concretas. Los avances han sido demasiado lentos.
Según la AIE, para mantener el rumbo hacia las ambiciones de Net Zero, la producción de hidrógeno verde debe aumentar de casi cero en la actualidad a más de la mitad de la producción mundial de hidrógeno en 2030. Es decir, alrededor de 95 millones de toneladas.
En cuarto lugar más innovación para impulsar soluciones climáticas. La innovación a escala es necesaria para facilitar el despliegue óptimo de las energías renovables, los vehículos eléctricos y los sistemas de almacenamiento de energía. Las tendencias globales son positivas: la AIE señala que el gasto estatal en todo el mundo en I+D fue un 5% mayor en 2021 que el año anterior. Pero las empresas deben estar más alineadas con los gobiernos para maximizar este pilar de transformación. Por ello, Iberdrola prevé duplicar su gasto en innovación para 2030.
Y por último , no perder de vista el objetivo a largo plazo de la descarbonización. Este año ofrece a los gobiernos y a las autoridades reguladoras de todo el mundo la oportunidad de mostrar liderazgo y decisión a la hora de respaldar inversiones verdes para que podamos salir de la crisis en mejores condiciones.
Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, ha asegurado : ”Si tenemos que aprender una lección de 2022, es la imperiosa necesidad de trabajar juntos para lograr la electrificación rápida y un sistema energético más seguro, limpio y competitivo. La dura realidad es que el mundo sigue dependiendo de los combustibles fósiles para satisfacer cerca del 80% de sus necesidades energéticas, lo que nos expone a todos a niveles innecesariamente altos de incertidumbre, inflación y contaminación. Cada día que el mundo no actúa, sus ciudadanos y empresas siguen atrapados por la volatilidad energética internacional y se cierra la ventana para abordar el cambio climático”.
“Es a la vez preocupante e irónico que las temperaturas invernales inusuales provocadas por el cambio climático hayan salvado este invierno a grandes zonas del hemisferio norte de amenazas mucho más graves para la seguridad energética. Podemos y debemos hacerlo mucho mejor en 2023 y trabajar rápidamente para ofrecer una seguridad energética verde” ha asegurado.
“Para Iberdrola, las respuestas son claras. Una crisis provocada por el gas sólo se resolverá con una inversión sostenida en innovación para el impulso de más renovables, más redes y más almacenamiento de energía. Todas las soluciones ya existen. No hay barreras tecnológicas para la transición. Sin embargo, todavía necesitamos que los responsables políticos muestren más urgencia y ambición, trabajando con los reguladores, para superar los retos que persisten”, ha comentado.