El Centro de las Artes Escénicas y de la Música (Caem) acogerá, los días este fin de semana (sábado y domingo), una doble puesta en escena. Se trata de la zarzuela en un acto ‘Bohemios’, de Amadeo Vives, y la ópera chica ‘Adiós a la bohemia’, de Pablo Sorozábal, con libreto de Pío Baroja. Las entradas para ambas funciones, programadas para las 20 horas, están a la venta en la taquilla del Teatro Liceo y en la web de Salamanca Ciudad de Cultura.
El precio es de 18 euros para el público general, pero los alumnos de los conservatorios, de la Escuela Municipal de Música y Danza y los estudiantes universitarios podrán contar con un precio reducido de 10 euros en taquilla.
Este proyecto es una colaboración del Ayuntamiento de Salamanca con el Conservatorio Superior de Música de Castilla y León y se ha desarrollado desde su Taller de Ópera, en el que participan más de cien alumnos de las especialidades de Canto, Coro, Orquesta y Musicología.
Además, en la puesta en escena de este programa doble ha colaborado el Centro Integrado de Formación Profesional Rodríguez Fabrés, con la participación de alumnos en las labores de iluminación y regiduría. Estudiantes del ciclo formativo de Gráfica Publicitaria de la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración han realizado el diseño gráfico del proyecto y los programas de mano. De igual modo, profesores y alumnos del Instituto de Enseñanzas Aplicadas Salamanca IEA se encargarán del maquillaje de los intérpretes.
‘Bohemios’ está basada en Escenas de la vida bohemia de Henry Murger, publicada entre 1844 y 1849. Esta zarzuela se asocia con ‘La Bohème’, de Puccini (1896), pero cuenta con un desarrollo del argumento menor y, a diferencia de la célebre ópera italiana, con un final feliz.
En los años 30, Sorozábal propone a Baroja musicar su obra teatral ‘Adiós a la bohemia’. En esta ópera chica, se opone el sueño al realismo descarnado de un mundo en crisis, también para las artes. Destila decadencia, una visión de la cruda realidad de la vida. Representa una época marchita con la vida y el arte rotos, y la desilusión de estos ‘bohemios’ llenos de melancolía.