Ya que han venido a Salamanca bien equipados para lo que pudiera ocurrir, no iban a alterar sus planes del domingo por un frío polar y una lluvia molesta de nada.
Un grupo de turistas protagonizó este sábado una curiosa escena, parapetándose bajo sus generosos paraguas para tomar el aperitivo en la terraza de un conocido restaurante salmantino.
Que el frío y la lluvia no te arruinen unos vinitos en el centro de Salamanca.