El crecimiento económico mundial que esperaba el Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año será inviable debido a la guerra comercial impuesta por el presidente de EEUU, Donald Trump. Esta subida global de los aranceles ha hecho que el FMI haya rebajado medio punto sus previsiones, de modo que el porcentaje ha quedado en el 2,8%. Sin embargo, España no sólo se salva de la bajada, sino que su economía la convierte en una gran potencia al alza.
Y es que la institución financiera internacional espera un crecimiento del PIB español del 2,5% en 2025, dos décimas por encima de su previsión de enero. Al mismo tiempo, mantiene para la economía española su expectativa de expansión del 1,8% de cara a 2026.
Que España saque ahora ‘buena nota’ es fruto de los sus resultados de 2024, que también superaron las expectativas planteadas, pues el crecimiento económico fue del 3,2%. A ello se suma el efecto de las acciones de reconstrucción realizadas en la Comunidad Valenciana tras las inundaciones provocadas por la dana del 29 de octubre del pasado año, según asegura el Fondo.
En el lado opuesto, como el país más perjudicado por la subida arancelaria, según los análisis del FMI, se encuentra el propio Estados Unidos, con previsiones a la baja, al igual que China y México. “Los aranceles son un shock de demanda negativo para la economía que los impone”, señala el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, pues supone relocalizar recursos para orientarse hacia una “producción de bienes no competitiva”, lo que causa una “pérdida de productividad agregada, menor actividad y más altos costes de producción y precios”, precisa.
Así se desprende del Informe de Perspectivas Mundiales (WEO) más reciente, elaborado por el FMI, que incorpora por primera vez las consecuencias de las subidas arancelarias de Trump. En este sentido, recoge que el impacto de la guerra comercial supondrá la reducción de 0,9 puntos para EEUU, 0,6 para China y 0,3 en el caso de México.
Zona euro
Las previsiones para Europa incluyen un freno algo más leve, en concreto de dos décimos para este año y el próximo, de modo que la economía de la zona euro crecerá un 0,8% y un 1,2%, respectivamente, según el Fondo.