«Si no hay un servicio público de calidad, el ciudadano vive peor»

Federico Martín, presidente del CSIF en Salamanca
Federico Martín, presidente del CSIF en Salamanca.

Hablamos con Federico Martín, presidente de CSIF en Salamanca, de maestros que han marcado nuestra vida, de cultura, servicios públicos y de lo importantes que son para la sociedad, de economía… Su conversación es pausada, tranquila, ordenada… durante la larga entrevista irá dando su punto de vista con valentía y ofreciendo opciones a nuestros gobernantes para que mejoren nuestra calidad de vida en todos los sentidos. Casi de rondón se cuela Trump y la Inteligencia Artificial…

Federico. ¿Qué es un buen maestro?
Aquel que es capaz de sacar lo máximo de las capacidades de sus alumnos.

¿Cuánto nos marcan los maestros?
Mucho más de lo que pensamos, sobre todo en una sociedad como la nuestra, donde algunos padres han delegado su labor de ser los educadores reales de sus hijos, y han dejado esa tarea en manos de los centros, colegios, institutos… Un buen maestro deja buen poso en el alumno. Eso siempre ha sido así. Esa muestra, poso, ejemplo… que va quedando, se va valorando a lo largo de la vida.

Como maestro, ¿cree que hay diferencia en dar clase en un pueblo o en una ciudad?
Nunca he ejercido en la ciudad. Es verdad que ahora mi plaza está en un instituto de la capital. Siempre he visto ese ‘respeto’ un poco mayor por la profesión docente, tanto en primaria como en secundaria. Ejercí en el instituto de La Fuente de San Esteban y aquí todavía se mantenía un poco ese planteamiento.

No hablamos de distancia…
No, no. Era de respeto. Es un planteamiento muy interesante de analizar. Se valora la figura, pero no por la figura en sí, más bien por el ascensor social que supone la educación. Eso se valoraba mucho en los pueblos. Quizá ahora ha perdido un poco ese papel.

¿Leer perjudica seriamente la ignorancia?
Evidentemente. Es la base, no hay otra. Sin leer, sin interés por la lectura… sin trabajar mucho el cerebro a través de leer, imaginar, evocar… solo es la Literatura la que te provoca eso. El cerebro solo se activa si tú trabajas con él. Hay quién me habla del cine. Vale. El cine es muy importante, pero no es lo mismo.

No cala igual.
Claro. En la Literatura es donde desarrollamos lenguaje y con ello la capacidad de pensar. Nada puede sustituir a la lectura. Si los padres quieren hacer que sus hijos avancen, progresen… tienen que centrarse en que sus hijos lean muchos, solos, con otros, con ellos… pero que lean.

Vargas Llosa dijo que no se pueden vivir tantas vidas como uno quiere si no se lee. Si lees se pueden vivir esas vidas, ser El Pirata cojo, de Sabina.
Eso es. Es la lectura la que te abre la capacidad de imaginar, de sentir, de ver y de verte en esas situaciones, de proyectarte.

Y de ver cómo las resuelves.
La capacidad de la vida vicaria, que es de lo que hablamos, de vivir otras vidas, esa te la da la lectura. El cine no tanto, es más de consumo. El libro es más de disfrute y de vivencia interior. Sin esto, no desarrollas todas tus potencialidades, no eres capaz de imaginarte en otros universos.

Federico Martín, presidente del CSIF en Salamanca.

Permítame que con las siguientes preguntas seamos un poquito economistas. ¿Qué tanto por ciento debe de ocupar la formación?
El 100%. (Risas) La cuestión es si tu vida está bien planteada, cada cosa que haces te forma. Si hablamos de formación reglada, aquí ya nos perdemos, porque la mayoría de los valores de la educación de fondo que uno tiene, se ve en la familia, en el grupo social… también te formas toda tu vida.

¿La cultura?
El problema de la cultura, es qué entendemos por cultura.

Tienes que tener una cierta formación. No para disfrutarla, porque quizá no sepas nada de pintura y te apasione un cuadro; nada de música y te divierta una melodía… pero si tienes formación lo disfrutas más.
Evidentemente, porque sabes qué hay detrás. El problema con la cultura es qué es, dónde están los límites, cómo definimos hasta aquí sí y hasta aquí no. Soy de un pueblo pequeño…

Yo también. ¡Qué suerte hemos tenido!
¿Por qué?
Porque hemos visto la belleza pura desde que nacimos. No hay nada más bello que ver el paso de las estaciones en un pueblo, donde tienes la naturaleza viva a la puerta de tu casa. Nuestros ojos están muy habituamos a la belleza.
Por eso te decía que es muy difícil definir dónde empieza y termina. Esto mismo, los que somos de pueblo, hemos valorado mucho esa cultura intangible. Quizá teníamos menos acceso a la cultura de masas, a la gran cultura o al arte entendido como más elitista, pero también hemos aprendido a valorarlo mucho más.

Por lo tanto, ¿qué tanto por ciento?
El peso de la cultura tiene que ser muy grande, una de las tareas claras de nuestros gobernantes tiene que ser, igual que el acceso a la formación, también a la cultura para toda la población en las mejores formaciones posibles. Dentro de eso, cada persona tiene su rincón en el que valora más o menos una determinada cosa, hay quien disfrutar con una ópera y a quién le parece un rollo. La cultura hay que interiorizarla, asimilarla y adaptarla a tus gustos y necesidades.

Ahora vamos a lo más crematístico: La productividad unida al dinero.
Mientras no cambiemos de sistema, en el capitalismo, la productividad tiene que generar dinero. ¿Cuál es el problema? ¿Cómo reparto esa riqueza?

¿A qué se refiere?
Lo que esta sociedad no tiene muy bien definido, aún, es: ¿qué beneficio es lícito? ¿Cuál es un sueldo justo? ¿Cuánto debe recibir un trabajador por su trabajo? ¿Cuánto el emprendedor, el empresario, el trabajador? El problema que estamos teniendo en estos momentos en la sociedad es que parece que no hay límites. Hace unos días escuché en la radio que hay bolsos de 36.000€. Uno de los problemas de los aranceles de Trump es que ahora China está ofreciendo el mismo bolso, porque lo fabrican ellos, a 1.000, 1.200 €, y están haciendo una campaña a través de TikTok…

Los Hermes.
Efectivamente. Eso te hace reflexionar.

Puede ser…
Uno, ¿cómo vivimos en una sociedad tan degenerada, con perdón, para que alguien pueda comprar un bolso que está muy por encima del salario medio de cualquier trabajador? Para mí es un planteamiento increíble. Esta sociedad está enferma si hay una persona que se compra un bolso de 36.000€ y un trabajador que hecha las 8 horas gana menos que eso en un año… Algo no funciona. Donde está el problema es en el reparto de la riqueza, en cuánto debo llevarme yo por haber promovido la empresa; cuánto debe llevarse el trabajador… un poco equilibrar esto. No es de recibo que vivamos en una sociedad que genera más ricos cada vez, los ricos son mucho más ricos, y los estándares del trabajador se siguen manteniendo. No se avanza en tus posibilidades económicas.

Una sociedad solo avanza si tiene una clase media es fuerte.
¿Hasta dónde o qué es clase media?
Entre los 30.000 y 100.000€ al año.
Esa es la clase que nos estamos cargando. Realmente una sociedad solo avanza ahí. Y llegamos hasta lo que nos ha pasado, que dejamos el poder en manos de las oligarquías.

100 días después de llegar Trump están que trinan.
(Risas) No todos. A mí me preocupan los propios americanos. ¿Cómo una sociedad en la que se supone que casi todos nos miramos, al menos en las series de TV que vemos, puede, me van a perdonar, pensar tan poco? ¿Cómo pueden llegar a esa situación?

Es que las series no hablan de todo Estados Unidos…
Y solo de la parte rica. Cuando me hablan de movimientos migratorios, siempre digo lo mismo: Mientras a un señor que vive en el Sahel y que tienen una tele, le sigamos ofreciendo la imagen de que en Estados Unidos atan los perros con longanizas y todo el mundo vive en una casa maravillosa… nunca vamos a poder parar esos movimientos migratorios.

¿Cuál sería la opción?
Invertir en su territorio. Facilitarles los medios de vida en su propia residencia. Lo demás son esfuerzos inútiles. La vida en Estados Unidos no es tan bonita.

No, debe de ser terrible no tener Sanidad Pública…
No tienen paro, no tienes protección social en general.

Federico Martín, presidente del CSIF en Salamanca.

¿Es tiempo de reivindicar a los buenos funcionarios?
Lo es y lo ha sido siempre. Solo un servicio público de calidad, mejora el nivel de toda la sociedad. Esa debe ser la aspiración. De toda la sociedad, no del que lo pueda pagar. Somos nosotros mismos los que nos pegamos tiros en el pie.

¿Se refiere a la sociedad o a los funcionarios?
A los dos. Cuando un funcionario no cumple bien con su tarea y no entiende que es un servidor público y por tanto se debe al ciudadano, está pegándose un tiro en su propio pie, pero también nos está generando un problema reputacional a todos. Afortunadamente, son los menos. Es el empleado público el que mejora la condición y calidad de vida de todos los españoles. Si no hay un servicio público de calidad, la sociedad se deteriora, en educación, sanidad, servicios sociales, seguridad… el ciudadano vive peor. Tenemos que cambiar la mentalidad, el trabajador público es el que hace que yo viva mejor, cuánto más valore su trabajo, mejor me irá en el futuro.

¿Cree que esto se entiende?
Esto choca con un problema, los gobiernos de cuatro años son cortoplacistas. Hemos llegado a un punto, que quieren hacer el mausoleo que me perpetúe como político en el mínimo tiempo posible. Hay que abordar una reforma de la función pública, que se mantiene anclada en planteamientos de principios del siglo XX…

Más de cien años.
Algunas cosas del funcionariado del siglo XIX.

El vuelva usted mañana, de Larra…
Por ejemplo. La función pública necesita mucha más atención por parte de los gobiernos. El servicio público necesita mucha más dotación. La perspectiva de los gobiernos debe ser a medio y largo plazo y llevamos en ese cortoplacismo mucho tiempo. Quizá la figura del funcionario tradicional no sea la que mejor sirva a la sociedad, que es su objetivo, y todavía no han aparecido, en mi opinión, el político que sea capaz de tener una perspectiva amplia de cómo tiene que ser.

Federico, por un momento es el presidente del Gobierno o un ministro… Dé un golpe en la mesa.
Lo primero que hace falta es la utopía. Realmente, cómo veo la sociedad española, de Castilla y León o Salamanca a 15, 20 o 30 años. No tienen proyectos a largo plazo. Si me apuras… solo para el último año de la legislatura. Los tres primeros son de alivio y el cuarto es cuando hay que hacer.

Las obras.
Eso es. Tú necesitas reformar la sanidad pensado en 30 años. Los servicios sanitarios tienes que plantearlos para el futuro, sin olvidarte el presente. Lo que no se puede entender es cómo un gobierno te puede plantear una tasa de reposición. Todo viene a raíz de la crisis de 2010, el ministro de Hacienda dijo que no se podía ampliar la plantilla de funcionarios; no se puede contratar a nadie en las administraciones públicas, salvo las jubilaciones que son obligatorias.

¿Qué ha supuesto eso?
Que no ha habido políticas de expansión en sanidad, educación, servicio social… Lo que hemos hecho ha sido, cómo no puedo contratar más personal, descapitalizo la administración y traslado a contratas los servicios que se venían prestando. Cuando tengo una lista de espera larga, derivo a la sanidad privada. ¡Por Dios! Con ese dinero dimensiona tus plantillas, tus servicios, tus recursos… para ser capad de atender tú, como administración a la sociedad.

También en la educación…
De esto podemos contar historias. La educación concertada será subsidiaria de la pública. Culpa de los boomers, como servidor. Cuando llega el babyboom, los colegios no pueden asumir el aluvión de alumnos y se recurre a subvencionarles. De ahí pasamos a los conciertos, siempre con la intención de que el Estado iba a hacer las infraestructuras y dotar del personal necesario para atender las necesidades reales. Por medio llega el que los concertados los asume la iglesia, con el Nacional Catolicismo, y eso no hemos sido capaz de revertirlo. Estamos cerrando plazas públicas para derivar al alumnado a colegios concertados, que son subsidiarios de la pública, o debería serlo. Ahora eso se disfraza con libertad de opción.

¿Quién es libre para optar?
Solo el que tiene dinero para poder llevar a su hijo de una parte a otra de la ciudad. Los que entran a trabajar a las 7.00 no pueden llevar a sus hijos a las 9.00 horas al otro punto de la ciudad.

Estamos haciendo guetos.
Eso es, porque en esa capacidad económica hace que deslocalicemos la educación. Perdemos la riqueza. Lo rico es ver a los de tu barrio, gente conviviendo de un tipo y otro, de una capacidad económica y otra… que tu centro sea un reflejo de la sociedad en la que vives. Lo que conseguimos con eso es que haya centro ‘vip’ y de segunda y esto lo disfrazamos con una mal llamada ‘derecho de elección de los padres’.

De este deterioro de los servicios públicos se benefician empresas multinacionales.
Efectivamente. Lo acabamos de vivir con Muface. No es una sanidad privada, es concertada. Las compañías optan a Muface, porque cuando empieza a prestar servicio, los funcionarios le garantizamos que van a tener volumen de trabajo.

¿Qué sucede ahora?
Hay mucha gente con seguro privado. Las compañías no necesitan a los funcionarios y cada vez somos más mayores, por esa misma tasa de reposición a la que aludía antes. Estamos en los cincuenta largos o sesenta años. Lo peor es que no se están reponiendo sus plazas. La edad media en la administración se ha elevado mucho. La renovación generacional no se está producción. Eso nos va a llevar a problemas en los servicios públicos en un plazo no muy largo. Se está viendo en los médicos, enfermeras, pero pronto lo veremos con profesores de matemáticas, en las áreas más de ciencias, la oferta privada está adsorbiendo lo poco que se genera, porque la oferta pública no es atractiva.

Le pagan más que el triple.
Siempre lo comento, uno de mis hijos tiene tres amigos, él es profesor en la Universidad y otros dos amigos funcionarios, el cuarto hizo un módulo de informática, es el que más gana de los cuatro. Lo cual no está mal, pero es un síntoma de que la administración, para la que trabajan los otros tres, no paga bien a sus trabajadores. Empezamos a tener serios problemas para que quiénes dirigen los servicios públicos sean los más capacitados, porque no van a ser nunca los mejores remunerados. La empresa privada en cuanto ve talento se lo lleva.

Federico Martín, presidente del CSIF en Salamanca.

¿Cómo les va a afectar la Inteligencia Artificial -IA-?
Es una incógnita. Lo que está claro es que la IA es imparable. A nosotros nos gustaría que las administraciones se plantearan muy seriamente una regulación previa de la IA para que no lleguemos a los problemas que nos ha dado Internet, la red oscura o las estafas. La IA no es parable, va a afectar a todas las profesiones, no solo a la función pública. Ahora mismo generadores de recursos, sentencias… que a la profesión jurídica le va a hacer mucho daño. A la educativa ya se lo está haciendo.

¿En qué sentido?
El movimiento que se ha producido de pantallas, pantallas, pantallas… y la IA solo es una línea más de las pantallas. Nos hemos hecho un poco papanatas y hemos pensado que si nuestros hijos pasaban más tiempo en la pantalla y les educábamos en ella, eran mejores. La realidad no es esa.

¿Cuál es?
El cerebro hay que desarrollarlo. Solo leyendo, imaginando y pensando en esos mundos que te ofrece un libro acrecentamos una parte muy importante de la inteligencia. Cuando tú lo ves, solo lo consumes, no lo imaginas. Es verdad que te suscitará determinados pensamientos, pero como va muy rápido, no será como un buen libro en el que tú te paras en la lectura o el ritmo lo marca tu propio cerebro. Con la IA a donde vamos a llegar es a que las tareas cotidianas van a estar más reguladas, facilitadas, pero desafortunadamente en la dirección que los generadores de IA nos lleven.

Suelen ser hombres…
Y con poder económico. Volvemos a las oligarquías. Volvemos a estar gobernados no por las personas que quieren mejorar la sociedad, sino por lo que quieren mejorar su cuenta de resultados.

Por último, ha vuelto a tener la confianza de sus compañeros que lo han reelegido presidente de CSIF en Salamanca. ¿Qué le gustaría que mejorara en este mandato?
El principal objetivo es que las personas que trabajan representando a los trabajadores y trabajadores, valga la redundancia, están más cerca del puesto de trabajo, que la sociedad entienda que nosotros estamos aquí solo para servirles, ayudarles, mejorar las condiciones y eso es algo que tanto dentro de la organización como fuera hay que potenciar. Si somos capaces de acercarnos al trabajador, mejoraremos. Si no vemos cuales son los problemas reales del trabajar en su centro de trabajo, el sindicato no avanzará.

Federico Martín, presidente del CSIF en Salamanca.

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Más artículos relacionados

Te recomendamos

Buscar
Servicios