La filósofa Adela Cortina defendió que la clave para construir una verdadera sociedad pluralista reside en la voluntad de entendimiento entre los seres humanos.
ICAL. En su ponencia, titulada ¿Es posible entenderse en una sociedad pluralista?, Cortina comentó que a diferencia de las máquinas, los seres humanos sí pueden entenderse, ya que poseen cuerpo biológico y capacidad para comprender experiencias como la mentira, el perdón o el amor. En este sentido, reivindicó una “razón comunicativa” frente a una meramente instrumental e insistió en que el entendimiento requiere una actitud activa: “hay que buscar lo que nos une, no lo que nos separa”.
La filósofa apeló a una “ética mínima” compartida, basada en valores universalizables como la libertad, la igualdad, la solidaridad y los Derechos Humanos. Tambié, advirtió que la razón comunicativa, “camino de la Ilustración”, enfrenta hoy dificultades porque sus cuatro condiciones básicas -inteligibilidad, verdad, veracidad y justicia, según Habermas- están siendo vulneradas. Esta reflexión, recogida por Ical, se enmarca en la creciente preocupación filosófica por los desafíos de la convivencia en un mundo polarizado.
El congreso también contó con ponencias del profesor Ángel Rivero Rodríguez, de la Universidad Autónoma de Madrid, quien analizó La política como conversación en el tiempo de la polarización, y del catedrático Ambrosio Velasco, de la Universidad Nacional Autónoma de México, que abordó el Humanismo iberoamericano y la concordia ante la crisis del paradigma tecno-científico.
La puesta final corrió a cargo de Ana Andaluz Romanillos, decana de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la UPSA, y Antonio Sánchez Orantos, director de la revista Diálogo Filosófico. Ambos destacaron la necesidad del diálogo como vía para la esperanza en un mundo marcado por la incertidumbre. “Donde hay diálogo, hay voluntad de escuchar, de comprender y de avanzar hacia un acuerdo”, concluyó Andaluz.