Las amenazas de la ignorática
Se atribuye a Lord Kelvin la opinión de que a finales del siglo XIX todas las leyes y elementos de la naturaleza habían sido descubiertos, quedando sólo cosas de detalle por conocer para la ciencia. No era suya esa idea, que, sin embargo, estaba en el aire: en 1899 el director de la oficina de patentes de Nueva York pidió al alcalde que la cerrara, alegando que ya se habían inventado todas las cosas posibles y no tenía sentido su (…)