El Ministerio de Sanidad autorizó este viernes que 26 zonas básicas de salud de Castilla y León, que suman unos 53.000 habitantes, pasen a partir del lunes, 11 de mayo, a la fase 1 del plan de ‘desescalada’ o transición a la nueva normalidad, tras el impacto de la crisis sanitaria del coronavirus.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, decidirá este jueves si la provincia de Salamanca al completo pasa a la Fase ‘I’ de la desescalada o solo las cuatro zonas de salud que le ha solicitado la Junta de Castilla y León.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, mostró este martes su decepción por el resultado del pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) celebrado ayer, tras el que todavía las autonomías carecen de «estándares claros y concretos» y cuantitativos, más allá de la necesidad de garantizar camas de UCI y de enfermos agudos. No obstante, valoró que se flexibilizara este aspecto, que «ninguna» autonomía hubiera podido cumplir, y que se abre no sólo a camas públicas, sino también a privadas y de recursos sociales sanitarios y no sociosanitarios.
El secretario general del PSOE en Castilla y León y portavoz de su grupo en las Cortes, Luis Tudanca, confirmó este lunes que existe consenso político para que la desescalada se inicie en las zonas básicas de salud con cero casos en siete días, ámbito inferior a la propuesta de la provincia que defiende el Gobierno central, siempre que se garantice la salud y se cumplan todos los requisitos.
La vida de los pequeños comercios recobra poco a poco su pulso y con ello, el de la ciudad, porque Salamanca está repleta de negocios de autónomos que son los que ponen en marcha el tejido laboral.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, pidió este lunes al Ministerio de Sanidad que no solo se preocupe de las tasas de camas y de las unidades de cuidados intensivos (UCIs) a la hora de superar una fase en el proceso de recuperación de la normalidad tras la incidencia de la pandemia por el covid-19, sino que tenga en cuenta “más indicadores” como el de la dotación personal que sería necesario para que ésta se lleve a cabo de una manera “planificada y organizada”.
El PP duda si apoyar una prórroga del estado de alarma quince días más para seguir confinados parcialmente para llevar a cabo la desescalada, pero en Castilla y León, Mañueco quiere retrasar esa transición hacia la normalidad en casi toda la región, excepto una veintena de zonas de salud del medio rural despoblado. Por un lado, no quieren que sigamos confinados y, por otra, que tampoco avancemos para recobrar la actividad económica y social.
La Junta de Castilla y León prepara planes concretos para la desescalada en diez zonas básicas de salud sin casos nuevos en los últimos 14 días, conocidas como verdes, que presentará al Gobierno, para lo que considera “imprescindible” la colaboración de cada uno de los municipios de estas áreas y de las diputaciones.