[dropcap]B[/dropcap]eatriz ahogaba su tos en la almohada intentando que nadie la oyera. Al día siguiente, uno de sus riñones debía devolverle a su hermana las riendas de la vida. Nadie podía paralizar el inicio de la maratón de la esperanza que estaba a punto de iniciarse en el Virgen Vega de Salamanca.