[dropcap]P[/dropcap]oco tardaremos desde la media Catedral nueva hasta las Escuelas Mayores aunque el salto sea de algo más de tres siglos; muchos años en el tiempo pero poco espacio a recorrer para poder ser testigos de la implantación de un árbol nuevo. Nuestro amigo del Patio Chico pasará por su casa a recoger un libro que nos ayudará en nuevas pesquisas —si lo encuentra entre la montaña de ellos que guarda— mientras nosotros nos adelantaremos para coger sitio en el claustro (iremos disfrazados de colegiales para no llamar la atención).