[dropcap]U[/dropcap]na amabilísima funcionaria de la Gerencia de la Seguridad Social, me decía que llevaban decenas de llamadas de los quintos del 54 y 55, preguntando y protestando por el abandono vacunal que sufrían. No podíamos entender cómo se había inoculado por encima y por debajo de tales añadas mientras que a nosotros se nos dejaba tirados en el islote provincial del olvido.