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Archivada la querella contra Iglesias y Ortiz por prevaricación

Javier Iglesias anuncia el archivo de la querella ante Jesús María Ortiz.

El juzgado ha archivado la querella interpuesta por el PSOE hace ahora dos años contra el presidente de la Diputación, Javier Iglesias, y el diputado Jesús María Ortiz, por presuntos delitos de malversación y prevaricación, cometidos al despedir a varios trabajadores de Ifesa (sociedad que gestionaba el recinto ferial) y contratar en su lugar a varias personas afines al PP.

 

Tras conocer el auto del juzgado, Iglesias dijo que la querella era «política y solo buscaba hacer daño político a mi persona y al diputado Ortiz», y ve una conexión «clara» y una «unidad de acción» entre las acciones judiciales emprendidas por el PSOE con las «amenazas» de querellarse que presuntamente le habrían realizado los representantes de la Cámara de Comercio en el comité de Ifesa (del que formaban parte el Ayuntamiento, Diputación, que eran mayoría, Cámara de Comercio y algunas organizaciones más) en plena guerra entre la cúpula del PP y la de los empresarios salmantinos.

Iglesias, que dijo saber que había diputados socialistas que no estaban de acuerdo con la decisión de la dirección del PSOE de querellarse y que le «consta» que hubo «fuerte contestación interna» por parte de los diputados socialistas, aseguró que el archivo provisional de la causa «pone de manifiesto nuestra honorabilidad. Acusarnos de malversación y prevaricación aun sabiendo los demandantes que no era cierto, eso es mala práctica política y actuar de mala fe», dijo.

El presidente de la Diputación y del PP provincial señaló que «el PSOE no merece ser liderado por un individuo con tan pocos escrúpulos y principios como el señor Pablos. Si (Pablos) fuera un hombre de honor debería pedirnos disculpas a mí y al diputado por el daño que nos ha ocasionado», concluyó. Poco después, el PP emitió un comunicado en el que pedía la dimisión de Fernando Pablos.

Pablos, por su parte, le replicó que «saque menos pecho y pida disculpas él a los cinco trabajadores despedidos de forma improcedente con el único fin de contratar a cinco amigos», entre concejales y militantes del PP a los que se hizo un hueco en Ifesa. «Eso es una indecencia y ahora quieren sacar pecho ante un auto provisional que estudiaremos con detalle y veremos si lo recurrimos o no», señaló.

El secretario provincial del PSOE afirmó que aceptará «las broncas que me echen, pero no vamos a ceder ni una sola vez al chantaje de que (los del PP) se crean que Salamanca es su cortijo y las instituciones son suyas y que pueden contratar y despedir a quienes les dé la gana, porque no estamos dispuestos».

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