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Opinión

Viviendo con la angustia

[dropcap]E[/dropcap]l surgimiento de la angustia no es casual: Existiendo una relación entre la angustia y la duda, pudiéndose decir que la angustia es la causa de la duda, pero la duda del angustiado es para convertir su angustia. Por momentos necesito algo que me calme la angustia o que la combata  y la duda me  sirve para combatirla y así la establezco como causa de  la misma. Estoy angustiado  porque tengo que tomar la decisión  entre dos trabajos o entre dos estudios o entre donde ir de vacaciones… La duda parece la excusa, en definitiva, la solución a un conflicto.

“Todo lo decisivo como la angustia  sobreviene a la existencia de un instante”, instante donde hay un momento de decisión  o elección dando a la vida toda su seriedad o gravedad. La elección por uno u otro, como es donde se juega uno la relación con su deseo.

“Lo posible es futuro para  la libertad, lo pasado es lo que nos encadena y lo futuro lo posible para el tiempo”.

Cuando decimos sentirnos angustiados por el pasado, es por que este de una manera u otra está en nuestro presente y es en ese presente donde fue, y es en el futuro donde me angustia no en el pasado. No me angustio por una decisión pasada, me angustio porque una decisión pasada pueda repetirse en el futuro. Me angustio por la posibilidad de  volver a caer en un hecho igual al pasado no por el hecho en el que en el pasado caí.

Es el futuro lo que se convierte en el sujeto en angustia.

La angustia es una aventura  que todos debemos correr para poder acceder a la vía del deseo. Aunque esto implique soportar una cuota de angustia para vivir, saber esto supone poder dar el paso de ir sabiendo qué hacer con la angustia que nos vive.

No querer saber esto  convertirá a la angustia en un afecto más y al sujeto en un sujeto afectado de angustia, esta posición ante la angustia imposibilitará al sujeto  para moverse.

Por ahí que si no soporto o no sé qué hacer con la angustia: Ante la resolución de un conflicto  puedo generar un síntoma y no pasar de ahí. Quién en algún momento no sufrió un inoportuno dolor de cabeza que le impidió asistir a una importante reunión o al cumpleaños de su madre… Es una posible solución a un conflicto pero seguro existen millones de soluciones más que no han de pasar necesariamente por el dolor o por el síntoma.

La angustia es algo producido por el sujeto mismo, cuando se accede a la posibilidad de ser otro sujeto distinto que ser sujeto del goce de lo permanente de lo eterno. (El cambio, la duda).

La incertidumbre y el trabajo del deseo entran en juego como producción y productores  de angustia. Soportarla es vivir de otra manera.

Diversos métodos de control de la emociones, como son la relajación, ejercicios respiratorios etc… sirven en la medida que las emociones se pueden controlar. Pero la angustia no.  En tanto no es lo mismo una emoción que un afecto (en el sentido que me afecta a mí) la emoción tiene que ver con el orden de la vivencia, el afecto se vive desde el orden de la afección a mi propio cuerpo un estado de alerta que me avisa de que algo puede cambiar.

La posibilidad ante la angustia es siempre futura no hay posibilidad de decir que no a la elección (ya que ni siquiera se la elección que se me va a presentar),  a la duda y en este sentido, no decir, también es una decisión.

M.CARMEN GARCIA MATEOS

Psicóloga-psicoanalista 6518312

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