[dropcap]F[/dropcap]ue un 6 de abril cuando la Casa Lis abrió sus puertas convertido en museo. Un cuarto de siglo después, goza de un enorme prestigio, por su buen hacer y por haber mantenido su filosofía hogareña, de casa donde siempre eres bien acogido, tanto grandes exposiciones como los paseantes de sus estancias. Y pensar que pudimos no tenerla…
Pedro Pérez Castro recordaba que aquella primavera vivieron con ilusión un proyecto que sabían ilusionaría a los salmantinos, “aunque los agoreros de siempre habían diagnosticado como un fracaso. Veinticinco años después, el Museo de la Casa Lis forma parte del patrimonio de todos los salmantinos que lo han hecho suyo”.
El director del Museo Art Nouveau y Art Déco –Casa Lis- recordaba en este aniversario a Manuel Ramos Andrade, el gran mecenas. “Estaría orgulloso de su proyecto, a pesar de los días tenebrosos que atravesamos. A lo largo de estos años, hemos ido superando todas las dificultades inherentes a una institución como este Museo. Salvamos la crisis de 2005 con la ayuda de la sociedad salmantina y hemos conseguido situar el Museo entre un grupo importante de centros especializados a nivel mundial”.
No podemos entrar en la Casa Lis físicamente, pero sí se puede disfrutar de sus vidrieras, de su arte, de su calma, a través de: #denuestracasaatucasa, porque por sus habitaciones ha deambulado Coco Chanel, Picasso, Daly o más recientemente, Rubens y Van Dyck.
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