[dropcap]T[/dropcap]amara Falcó lleva varios años viviendo momentos muy intensos. En el terreno laboral, la marquesa de Griñón brilla en todas las facetas en las que se ha iniciado, tanto en la televisión, como en sus parcelas culinarias, moda, belleza, viajes,… publicidad. Es la digna heredera de su madre. Las firmas se la rifan y los seguidores y admiradores de Tamara Falcó se cuentan por millones.
También es feliz en el amor. La hija de Isabel Preysler ha encontrado en Iñigo Onieva a la persona con la que compartir todo lo bueno que le está aconteciendo.
Por otro lado, la pérdida de su padre, Carlos Falcó, al que estaba muy unida, a la que se sumaron otras dos muertes inesperadas la de su cuñado, Jaime Carvaja, marido de su hermana Xandra Falcó, y su tío, Fernando Falcó, marqués de Cubas.
De vez en cuando, Tamara Falcó se muestra muy generosa con sus seguidores en las redes sociales y muestra trocitos de su vida más personal e íntima. Como en esta ocasión, que recuerda un viaje que hizo junto a su padre a Jerusalén.
No indica que verano fue, pero sí que comenzó a leer la Biblia, «mi Padre (que siempre era mi mayor fan) me dijo que teníamos que visitar Jerusalén. Fue maravilloso descubrirlo juntos, la casa de María, el Valle de los Olivos, el Pueblo de Caná de Jesús, donde realizó su primer milagro, y cómo no, el Santo Sepulcro. Un viaje que jamás olvidaré».
Acompaña este nostálgico viaje con una imagen de padre e hija y Jerusalén al fondo.