[dropcap]Q[/dropcap]ué pena que por arreglarle el solar a un empresario de la construcción los artistas que han venido al programa cultural –que no Ferias y Fiestas de Salamanca- hayan sufrido semejante humillación al no tener público porque todos los conciertos eran de pago.
Los profesionales de la música, con todo lo que han pasado a lo largo de estos meses de pandemia y con todo lo que le han dado a sus seguidores durante el confinamiento, no se merecen que por la improvisación de unos políticos perezosos, ellos tengan que ver el patio de butacas vacío o el recinto donde interpretan sus canciones repleto de sillas blancas semejante a un cementerio americano.
El concierto de Miguel Ríos, Pitingo, el de La Pegatina, que actuó en el CAEM, o el de Efecto Mariposa de este miércoles en el teatro Liceo, el último programado por el Ayuntamiento, hubieron sido muy diferentes si en vez de hacerlos de pago y para adecentar el solar de unos empresarios cercanos al Ayuntamiento, estos conciertos se hubieran llevado a la Plaza Mayor.
Los salmantinos, que son personas agradecidas, los hubieran aplaudido, coreado sus canciones y vitoreado. Así, solo un grupo de seguidores han podido verlos en directo.
Este Ayuntamiento gobernado por el PP, cuyo lema es que son un partido para el pueblo, y Ciudadanos, que se les llena la boca al decir que ellos han venido a hacer un nuevo modelo de ciudad, no han pensado ni por un momento en acercar la cultura, la música y el arte a todos sus ciudadanos, solo a los que lo han podido pagar.
Efecto Mariposa ha contado con alrededor de medio centenar de personas. Eso sí, 20 fotógrafos documentando el momento.
Fotos. Almudena Iglesias Martín.
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