Hace unas semanas Almudena Cid y Christian Galvez anunciaban su separación. Fue una sorpresa, porque eran una pareja que siempre se había mostrado unida y cómplice.
Los protagonistas de la ruptura se han ido pronunciando sobre la misma poco a poco. Primero fue el presentador quien agradeció «todo lo vivido y aprendido hasta el momento. Y ahora, poco a poco se instalará en mí la ilusión por todo lo que me queda por vivir y aprender. Gracias a todos por el cariño y el respeto mostrado estos días y, en especial, a mis 9 rosas».
Por su parte, Almudena Cid solo había dejado frases: «Si, también encontré belleza en el dolor».
Ahora, ha querido recordar un momento muy especial para ella, la gala del deporte de Euskadi en la que rota de dolor por dentro, sacó fuerza del interior y solventó el evento con entereza y entrega. Pero, ha querido decirle a todos sus seguidores que en ese momento estaba sufriendo un calvario, al separarse del hombre al que había estado unida una década.
Encabeza sus reflexión con un «vuelvo». La deportista y actriz comparte que hace dos meses se encontraba frente a 6.000 espectadores amantes de la rítmica para ofrecerles un año más un cuento. Una historia. Esta vez muy real. «Tan real que la viví en mi propio ser durante los ocho minutos que les dediqué».
Durante años ha visto cómo sus pensamientos y reflexiones al final de la gala de la gimnasia rítmica, les inspiraba para explorar de un modo diferente lo que les ocurría dentro de la rítmica. «Confieso que lo hacía desde un lugar cómodo, desde la distancia y el desapego. Quizá por la experiencia o por pura elaboración. Pero en esta última gala hablaba de mi propio monstruo. De mi propia realidad», se sincera.
Jamás pensó que el proceso que les ofreció aquella noche para enfrentarse a sus miedos, fuera a ser el proceso por el que estaba atravesando ella en ese mismo instante. «Ahora me resulta hasta mágico. No les disfruté. Detrás de esta sonrisa se encontraba una Almu rota. Pero la historia debía ser contada. Por ellos, pero sobre todo por mí. Una historia que me repito en forma de mantra pero sin final. Porque si algo estoy aprendiendo es que el final lo elige o lo puede cambiar uno mismo», comenta.
La actriz asegura que algo «en mí se rompió aquella noche para ser reconstruido y tener la oportunidad de bañar en oro lo que serán en un futuro unas bellas cicatrices. Así que en esas estoy. Pasando de la punta al talón, y del talón al relevé, pero avanzando. Tiempo. Paciencia. Vuelvo. Y vuelvo al teatro a contaros ‘Una historia de amor'».
Sus seguidores le han mostrado todo su apoyo y comprensión. Muchos de ellos han coincidido en asegurar que renacerá como el Ave Fénix, como lo hizo durante su carrera de gimnasta.
- Fue una gala fantástica y nadie sabía lo que había detrás realmente. Mucho ánimo. Te queremos.
- Las sombras por muy oscuras que parezcan también brillan con luz propia
- Pues desde el dolor has sacado de los mejores textos que has escrito…
- Que bonito Almudena, estos procesos de rotura, sutura y reconstrucción nos dan sabiduría. Cada día más entera y más flexible, como el buen bambú
- Cada vez que uno se rompe ,crea otra cosa, aprendizaje, quiero que sepas que en esta vida nunca se deja de aprender.Algunas veces duele,si!!!y otras mucho ,mucho!!!pero de todas se aprende.Por supuesto cada trozo se reconstruye ,y así se obtiene la sabiduría me alegra tu proceso, y alienta a otras a seguir detrás de esa Almudena hay sentimientos muy profundos,un aprendizaje a fuego ,un ser fantástico y mágico…te mando un beso grande ,espero alguna dia poder darte un abrazo de oso,de mama oso…
- Ya fuiste el ave fénix en lo deportivo y ahora lo eres también en lo personal, eres una campeona en todas las facetas de tu vida, ya te lo dije, mucho ánimo Preciosa que todo pasa, ¡Todo!
- Ánimo, preciosa. Cómo nuestra Noa Ros, resurgirás cómo el Ave Fénix. Eres y serás un referente para mucha gente. Adelante, campeona.
- Eres una persona preciosa, y aunque quizás ahora no te lo creas mucho, vas a brillar siempre