[dropcap]N[/dropcap]o podía imaginar Jon Kabat-Zinn cuando hace ya treinta años fundó en su clínica de Reducción del Estrés en Massachusetts e introdujo a sus pacientes en la práctica del Mindfulness, el impacto y la extensión de su idea en todo el mundo. Con esta técnica trató problemas físicos, y psicológicos, dolor crónico y otros síntomas asociados al estrés. Esta terapia que traducimos por “Atención plena” no es otra cosa que “prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar, con interés, curiosidad y aceptación…”
Contra la enfermedad mental del estrés tan extendida hoy en nuestra sociedad trabajamos la capacidad humana básica de poder estar en el presente y de estar constantemente volviendo a nuestro aquí y ahora. Esta técnica que parece nimia es muy difícil de trabajarla en esta sociedad nuestra que nos invita de mil formas a salir de nosotros mismos y a perdernos en lo exterior llevados por una especie de piloto automático que nos anula y nos dirige de modo rutinario e inconsciente.
La tarea de Mindfulness nos regala la capacidad de vivir nuestro presente, recordar quiénes somos y dónde estamos, observando y reconociendo nuestra experiencia vital en este mundo. Nos permite reconocer lo que está sucediendo mientras sucede, aceptando la experiencia como es, quedándonos solo con lo que experimentamos sin oponernos, sin juzgarlo desde nuestro ego. Es la capacidad básica y humana de conexión con el presente: con nuestros días y nuestras horas.
Si somos constantes en los ejercicios que nos propone nos ayudará a reducir la ansiedad y el estrés, aumentará nuestra autoconsciencia, mejorará nuestro bienestar físico y mental general. Es por ello que la ONG del Teléfono de la Esperanza ha incluido este curso en sus procesos de desarrollo personal y del cuidado de la salud mental. Y hemos impartido en este curso tres talleres de esta práctica del Mindfulness.
Vivimos ajetreados, ansiosos, enredados en muchas cosas y actividades accesorias de lo esencial de la condición humana- Necesitamos pausa y relajación para ser dueños de nuestra existencia y de nuestras personas. Esta técnica nos facilita relacionarnos de forma directa con aquello que nos está sucediendo, aquí y ahora, en nuestro momento presente. Es una forma de tomar conciencia de nuestra realidad, una oportunidad para ser más nosotros mismos.
Nos ayuda a no culpabilizarnos ni a tener remordimientos por nuestro pasado, a no preocuparnos por el futuro que nos pueda esperar. La atención plena que vamos ejercitando de modo sencillo nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio interno atendiendo de modo integral a nuestro cuerpo, mente y espíritu- Vamos adquiriendo (como en los otros recursos de yoga, meditación, zen…) una mayor capacidad de discernimiento y compasión amorosa.
Y como resultado nos hace encontrar más felicidad, viviendo en positivo nuestro día y nuestras relaciones con los demás. La paz interior, la visión positiva, la serenidad-felicidad, la espiritualidad auténtica la irradiamos a los que nos rodean. Nos ayuda a encontrar el sentido de la vida y del mundo.
Todo son ventajas si nos decidimos a marchar por este camino.
Mucho ánimo y.. ¡¡buen mindfulness..!!