A este alcalde tan verde que tenemos, ¿no se le ocurre que podría plantar unos árboles al lado?
Las marquesinas estandarizadas son un fracaso, no están al servicio de las personas usuarias del bus, sino pensadas como espacios para la publicidad que contienen: muy visibles y por lo tanto expuestas a la intemperie.
Encima los asientos pequeños, decorativos, de metal, un horror sentarse, sobre todo en verano.
«Podría haber varios modelos de marquesinas en función de la orientación de la parada, espacio de la misma, confort de la calle y si ésta es usada por mucha gente (más grande) o poca. Pero no: a piñón fijo«, denuncian desde la Asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.