Hordas de jóvenes se veían camino del Puente Romano a eso de las 12.30 horas, justo cuando se produjo el apagón generalizado en toda España y Portugal.
Bolsas repletas de bebidas y comidas y al ser opacas, no se podía adivinar si en alguna de ellas había o no hornazo. No se notó preocupación en los grupos de chicos y chicas que iban a disfrutar del tradicional Lunes de Aguas, lo que sí había era muchos acentos. Estudiantes franceses, italianos y portugueses vivían como unos oriundos más la tradición de comer cerca del río.
La Torre de Babel musical se escuchaba desde el Puente Romano, porque cada grupo había puesto su música. Previsores ellos que tenían muy bien cargada la batería de los móviles.
Del apagón no se enteraron, pero sí de que el Tormes venía más crecido que en años anteriores y no pudieron ‘colonizar’ toda la vera del río.