Hace 20 años, en España “no solo ganó el amor, sino también la libertad de decir ‘sí, quiero’”. Sucedió cuando el Gobierno dio luz verde al matrimonio igualitario para conseguir un país “más libre y más justo”. Lo recuerda este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando se cumplen dos décadas desde que esta normativa entró en vigor bajo el mandato del también socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Por su parte, el presidente ha prometido no permitir que a las personas del colectivo LGTBI+ las devuelvan “al armario, al silencio y al miedo”. Lo ha garantizado durante un acto institucional organizado para conmemorar la ley que permite casarse a personas del mismo sexo, celebrado en el Museo del Traje de Madrid bajo el lema ‘Sí histórico. Un país con derechos. Un país con orgullo’.
Asimismo, Sánchez ha recordado a la primera pareja homosexual que contrajo matrimonio en nuestro país, formada por Carlos y Emilio. “Tuvieron que esperar tres décadas para que su historia constara en los registros oficiales. No podían porque nuestro país no estuvo a la altura”, dado que desde la Iglesia y la derecha se consideraba que la ley que finalmente salió adelante “rompía la familia”. Sin embargo, “hoy podemos mirar al pasado y decir, con orgullo, que no se rompió nada” y que incluso “ensanchamos el significado de las familias”, ha destacado.
Con la puesta en marcha de la ley, España se convirtió en el tercer país del mundo en conceder este derecho, después de los Países Bajos y Bélgica. El avance fue posible gracias a políticos socialistas como el ya fallecido Pedro Zerolo, a quien se ha recordado durante el acto.
Cambios en el Código Penal
De igual modo, Sánchez ha lamentado que “los derechos siempre llegan a tiempo para unos, pero también tarde para otros”, y ha recordado que “no caen del cielo, sino que se conquistan”. Ha anunciado, además, que el PSOE ha registrado una propuesta para modificar el Código Penal, con el fin de que las terapias que prometen la conversión de la orientación sexual o la identidad de género se castiguen con cárcel, pues “los únicos que deben cambiar son los que odian”, ha enfatizado.