Opinión

Une mer de chansons, un mare di canzoni, a sea of songs

Melodía en la playa (imagen generada por IA).

El mar, además de una realidad física, es también una fuente de inspiración para cantantes y grupos musicales de todas las épocas: franceses, italianos, anglosajones… Independientemente de la cultura y el idioma en el que se exprese, la música tiene el poder de transmitir emociones profundas, especialmente si la letra acompaña una melodía perfecta.

Una de las canciones más icónicas sobre el mar es La Mer de Charles Trenet. Esta oda poética describe la belleza del océano y su influencia en el paisaje y el alma. Con una melodía suave, lírica y evocadora Trenet pinta un retrato melancólico y nostálgico del mar: “La mer / Qu’on voit danser / Le long des golfes clairs / À des reflets d’argent…”. El Mediterráneo francés, inspirador de la canción, se convierte en un protagonista romántico y misterioso que refleja la vida, las emociones y los recuerdos. Esta canción ha sido versionada por numerosos artistas franceses, como Françoise Hardy, pero también por cantantes de otras culturas e idiomas diferentes.

En Italia, el mar también es protagonista de muchas canciones, generalmente de amor. Sapore di Sale de Gino Paoli es un himno nostálgico a las sensaciones del verano, el mar y el amor: “Sapore di sale, sapore di mare…”. La canción rememora el calor del sol, el sonido de las olas y los recuerdos dejados atrás: “Di cose perdute, di cose lasciate lontano da noi”. De igual manera, Arena Bianca e Mare Blu de Al Bano y Romina Power celebra el romance de un encuentro casual en la playa, mientras que Mare de Luca Carboni narra un viaje introspectivo en moto desde Bolonia hasta el mar en busca de sí mismo. Por su parte, Lucio Dalla canta al mar como símbolo y aspiración de libertad: “Dalla sua cella lui vedeva solo il mare”.

En el ámbito anglosajón, Sitting on the Dock of the Bay de Otis Redding, es una balada soul que capta la quietud de un momento de meditación frente al mar. Escrita poco antes de su trágica muerte en 1967, sentado en el muelle de la bahía transmite un sentimiento de soledad y reflexión sobre el paso del tiempo y la búsqueda de un propósito de vida: “I’m sittin’ on the dock of the bay, / Watching the tide roll away, ouh, / I’m just sittin’ on the dock of the bay, / Wasting time”. El icónico silbido final, dejando el mar a sus espaldas mientras se aleja, es una retirada pacífica y resignada, y es tan memorable como la propia melodía. Aun escrita en un tiempo tan lejano está plenamente de actualidad convertida en un himno para quienes buscan calma y sentido en un mundo en constante cambio.

El amor expresado a través del mar es también un tema recurrente en la música anglosajona. Beyond the Sea de Bobby Darin, versionada con estilo pop-swing, de big band de los años cincuenta y sesenta, evoca la esperanza de un reencuentro con un amor distante que espera más allá del océano: “Somewhere beyond the sea / Somewhere waitin’ for me / My lover stands on golden sands”. The Ocean de Led Zeppelin expresa la fuerza y la pasión del mar, mientras que Into the Mystic de Van Morrison y Sailing de Christopher Cross lo emplean como metáfora de una búsqueda espiritual, de tranquilidad y alegría: “And if the wind is right you can sail away and find tranquility”.

Un espacio especial merece Caribbean Blue y Orinoco flow de Enya, una artista irlandesa cuya voz nunca supe si debía considerarse como un instrumento más y, por tanto, su música podría considerarse como instrumental. En Orinoco Flow crea una atmósfera etérea que invita a embarcar en un viaje imaginario por lugares recónditos, a descubrir lo desconocido y a navegar por lugares a los que posiblemente nunca viajaremos: “Carry me on the waves to the land I’ve never been /Carry me on the waves to the lands I’ve never seen / We can sail, we can sail / Sail away, sail away, sail away”.

La música puramente instrumental tampoco se queda atrás a la hora de representar la esencia del mar. Ocean de John Butler Trio es una poderosa pieza acústica que evoca tanto la serenidad como la furia del océano a través de variaciones rítmicas. Vangelis, en su tema West Across the Ocean del álbum 1492: Conquest of Paradise, utiliza sintetizadores y sonidos acuáticos para capturar la grandiosidad y el misterio del océano. Song of the Sea de Ólafur Arnalds, inspirado en el paisaje marino, es un tema minimalista que mezcla piano y cuerda, produciendo una sensación de tranquilidad y grandiosidad. «By the Sea» de Yanni evoca la calma de un atardecer junto al mar utilizando en este caso piano y sintetizador.

Es imposible hablar de canciones inspiradas en el mar sin mencionar dos de las más conocidas, escuchadas y tarareadas. Yellow Submarine de The Beatles, con su melodía pegadiza y una letra lúdica nos sumerge en una aventura fantástica bajo el mar, en la que un grupo de amigos navega en un submarino amarillo por las profundidades oceánicas. Sencilla, con resonancias hippies y psicodélicas, captura el espíritu de aventura que el mar ha inspirado durante siglos. Por otro lado, Under the Sea, interpretada por Samuel E. Wright para la película La Sirenita de Disney, es una celebración alegre y colorida del ecosistema marino, mezcla de calipso y reggae, invita a disfrutar de la vida submarina: “Just look at the world around you / Right here on the ocean floor / Such wonderful things surround you / What more is you looking for?”.

En definitiva, el mar, en toda su inmensidad, misterio y belleza, es protagonista de canciones que exploran sentimientos como el amor, la tranquilidad, la introspección y la búsqueda personal, dejándonos algunas de las melodías más memorables de la historia de la música.

Por. Miguel Barrueco Ferrero, médico y profesor universitario

@BarruecoMiguel

2 comentarios en «Une mer de chansons, un mare di canzoni, a sea of songs»

  1. Es cierto que el mar inspira a muchos compositores aunque también la pintores otras personas se buscan la vida como los pescadores el pan para comer todos los días otras muchas personas solamente se van a divertir en la playa y a bañarse otro grupo de personas pueden ir a hacer deporte ahora hay cantidad de deportes en el mar y otros hacer travesías entre satlánticos y a divertirse en el mar también es muy triste cuando ves en la orilla del mar a las madres que el mar les arrebatado alguno de los hijos y van a esperar a ver si se los devuelve el mar es tan infinito que da para todo otra persona van simplemente solas a relajarse y a mirar el mar y otras tienen que ir acompañadas de un montón de gente para divertirse en la playa con un montón de juegos es muy difícil catalogar el mar solamente en una dirección

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