La hija de Gilda
[dropcap]M[/dropcap]uchos de los que vais a leer mi «ocurrencia» de esta semana intuís el final y a que me (…)
[dropcap]M[/dropcap]uchos de los que vais a leer mi «ocurrencia» de esta semana intuís el final y a que me (…)
[dropcap]N[/dropcap]o es que haya estado preocupado. ¡No! Era, simplemente, curiosidad…
[dropcap]E[/dropcap]ra por los años 50, edad de oro de los seriales radiofónicos. Yo viví aquella época feliz.
¿Se ha enterado usted de lo que ha pasado en una playa coruñesa?
[dropcap]L[/dropcap]as orgullosas legiones romanas se habían detenido al llegar a aquel río. Corría el rumor, que no se sabe (…)
– ¿Conoce usted Fuentesaúco?
-¡Hombre! ¡Ya le estaba echando de menos! ¿Qué le ha pasado?
[dropcap]H[/dropcap]a llegado a mis manos el libro «El traje charro. Una mirada desde Villavieja«, de Macu Vicente.
[dropcap]E[/dropcap]n dos de mis últimas «ocurrencias» hablaba de un lugar recordado en una sesión de musicoterapia. En esos mágicos (…)
[dropcap]H[/dropcap]oy me vino a la cabeza aquel tiempo lejano –¡ay!– siendo yo niño, cuando, en los veranos, mis padres (…)
[dropcap]M[/dropcap]uchos de los que vais a leer mi «ocurrencia» de esta semana intuís el final y a que me (…)
[dropcap]N[/dropcap]o es que haya estado preocupado. ¡No! Era, simplemente, curiosidad…
[dropcap]E[/dropcap]ra por los años 50, edad de oro de los seriales radiofónicos. Yo viví aquella época feliz.
¿Se ha enterado usted de lo que ha pasado en una playa coruñesa?
[dropcap]L[/dropcap]as orgullosas legiones romanas se habían detenido al llegar a aquel río. Corría el rumor, que no se sabe (…)
– ¿Conoce usted Fuentesaúco?
-¡Hombre! ¡Ya le estaba echando de menos! ¿Qué le ha pasado?
[dropcap]H[/dropcap]a llegado a mis manos el libro «El traje charro. Una mirada desde Villavieja«, de Macu Vicente.
[dropcap]E[/dropcap]n dos de mis últimas «ocurrencias» hablaba de un lugar recordado en una sesión de musicoterapia. En esos mágicos (…)
[dropcap]H[/dropcap]oy me vino a la cabeza aquel tiempo lejano –¡ay!– siendo yo niño, cuando, en los veranos, mis padres (…)