Maquis
[dropcap]E[/dropcap]n mis años mozos sentí la llamada de la montaña y exploré, en solitario, la parte de la Sierra de (…)
[dropcap]E[/dropcap]n mis años mozos sentí la llamada de la montaña y exploré, en solitario, la parte de la Sierra de (…)
[dropcap]H[/dropcap]ace muchos, muchos, años alguien –no recuerdo quien—me enseñó una fotografía que había hecho en las cercanías del derruido puente (…)
[dropcap]E[/dropcap]l otro día os conté mi invención de clasificar a las personas como DANTES o TOMANTES. Lo hice medio en (…)
[dropcap]P[/dropcap]erdonadme si empleo –a posta—alguna palabra no académica. Pero es que, en primer lugar, me apetece hacerlo así. Y, en (…)
Lo confieso. ¡No soporto que me saquen sangre!
¿Os acordáis de una de mis “ocurrencias“ en la que hablaba de las historias que se contaban en los pueblos (…)
[dropcap]H[/dropcap]ace muchos años leí un artículo de mi venerado maestro Bermudo Meléndez, ilustre catedrático de Paleontología, en el que se (…)
[dropcap]T[/dropcap]engo la fortuna de poder decir que he tenido alumnos excepcionales. Uno de ellos fue Miguel Ángel Cuesta Ruiz-Colmenares, quien, (…)
[dropcap]C[/dropcap]uando yo era pequeño había la costumbre en casa de mis padres de recibir, de su pueblo, una cesta con (…)
¡Sordo! ¡No oír nada! ¡No percibir las sensaciones de la música, ni la voz de los seres queridos…!
[dropcap]E[/dropcap]n mis años mozos sentí la llamada de la montaña y exploré, en solitario, la parte de la Sierra de (…)
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Lo confieso. ¡No soporto que me saquen sangre!
¿Os acordáis de una de mis “ocurrencias“ en la que hablaba de las historias que se contaban en los pueblos (…)
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¡Sordo! ¡No oír nada! ¡No percibir las sensaciones de la música, ni la voz de los seres queridos…!