Vivo en el estado Táchira, en el occidente de Venezuela, a unos 900 kilómetros de Caracas, en la frontera con Colombia. Desde hace 12 años trabajo como periodista en una de las fronteras más activas del mundo. Ejercer el oficio en esta región de América Latina es algo complejo.
Raúl Márquez
“Para transportar las verduras pagamos la gasolina a precio internacional”
[dropcap]Erasmo[/dropcap] Bonilla nació en la ciudad de La Grita, una de las poblaciones más importantes del Táchira, estado fronterizo con Colombia, ubicada a unos 1.700 metros de altitud, por lo que se trata de una zona fértil para la agricultura. Desde pequeño aprendió a cultivar la tierra. A sembrar diversos rubros agrícolas, e incluso flores, que luego son distribuidos a lo largo y ancho de la frontera y a otros estados del país caribeño.
Médicos venezolanos iluminan el quirófano con el móvil durante una operación
[dropcap]A[/dropcap] eso de la una de la tarde del lunes 25 de marzo la energía eléctrica volvió a fallar en Venezuela. En primera instancia, se pudo conocer, que los estados Yaracuy, Falcón, Lara, Carabobo, Apure, Barinas, Sucre, Aragua, Bolívar, Mérida, Portuguesa, Táchira, Anzoátegui, Nueva Esparta, Miranda, Vargas y Caracas reportaron la caída del sistema eléctrico.
Navidad marcada por los que están lejos
[dropcap]L[/dropcap]a Navidad es un tiempo de reencuentros, de celebraciones en familia, pero ahora los tiempos han cambiado y muchos han tenido que emigrar y están lejos.
“Somos el único país petrolero en el que escasea el combustible”
[dropcap]R[/dropcap]afael Zambrano se hallaba en su automóvil. Le dolía el cuello y tenía hambre, pero debía aguantar unas horas más si quería abastecerlo de combustible. En el vidrio frontal de su Ford Fiesta 2006 tenía marcado el número 47, con pintura líquida blanca para zapatos.
Venezuela se queda sin profesionales
[dropcap]S[/dropcap]egún la ONU 2,3 millones de venezolanos han emigrado de la nación sudamericana en los últimos tres años, en una diáspora que ha causado revuelo en la región. Gran cantidad de profesionales de diversas áreas forman parte de este éxodo, constituyendo una “fuga de talentos” sin precedentes en la historia del país petrolero
Venezolanas venden su cabello para comprar leche y pañales
[dropcap]A[/dropcap]penas cruzó el puente internacional Simón Bolívar, en la línea fronteriza entre Venezuela y Colombia, un hombre moreno se le acercó y, deslumbrado ante el azabache intenso de su cabellera, le preguntó que si venía a vender sus ´mechones´. Natalia sonrió y negó con la cabeza. Pero el hombre tenía razón, pues la finalidad de su viaje era esa.
Venezolanos venden sus joyas en Colombia para comer y curarse
[dropcap]C[/dropcap]uando bautizaron a Lucía su padrino le regaló una cadenita de oro, tal y como lo dicta la costumbre en esas celebraciones religiosas. A su hermana, Karlita, apenas nació, sus padres le compraron una pulserita de oro con un dije de la Virgen María, como ofrenda a la madre de Dios por haberla traído al mundo, sana y salva, a pesar de que su gestación enfrentó complicaciones, derivadas de los altos niveles de toxoplasmosis que presentaba su mamá.
Cuando la vida depende de una máquina
[dropcap]E[/dropcap]n su existencia de incansable luchadora social no imaginó que algún día tuviera que depender de una máquina para vivir. Elcida Sánchez de Ramón reside en un pueblo llamado Naranjales, al sur del Táchira, estado venezolano fronterizo con Colombia.