[dropcap]E[/dropcap]n los primeros días de febrero de 1984 nos reunimos los alcaldes de las ciudades monumentales, el embrión del grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad: Cáceres, Granada, Santiago de Compostela, Toledo y Salamanca para tratar temas en común.
urbanismo
Aprobación del Plan Especial
[dropcap]E[/dropcap]n marzo de 1983 el Plan Especial tenía ya la aprobación inicial del Ayuntamiento, y en abril se expuso nuevamente al público en el zaguán del Consistorio antes de su redacción final.
La urbanización de las grandes vías
[dropcap]L[/dropcap]a carretera de la Fregeneda, desde el puente de las Salas Bajas hasta el barrio de Buenos Aires, necesitaba una intervención en profundidad. El proyecto preveía una inversión de 400 millones de pesetas en sus tres kilómetros urbanos. La inversión la realizó el MOPU. Se trataba de la última travesía que quedaba sin urbanizar. Era muy importante para los barrios de la margen izquierda ya que vertebra los barrios del Arrabal, Alambres, Chamberí, Tejares y Buenos Aires.
La fiebre de las urbanizaciones
[dropcap]A[/dropcap] partir de 1983 todo fue muy deprisa, que si 14 calles del barrio Vidal, que 15 más del Rollo, ahora en la zona de la Aldehuela y el camino de las Aguas, después en la Fontana. Y todas las intervenciones en los barrios periféricos eran acompañadas de masivas inversiones en el Barrio Antiguo, compromiso del Ayuntamiento y otras instituciones en la Operación Piloto. Cervantes, Serranos, Traviesa, Rabanal, Carniceros, Placentinos, Cañizal, Tahonas Viejas, Cuesta de San Blas, Rúa Antigua y la Plaza de San Isidro fueron las primeras calles delos barrios de los Moros y Universitario que vivieron la transformación.
La nueva normalidad precisa de urbanidad y civismo
[dropcap]P[/dropcap]arece obligado referirse al final del proceso de desescalada y comienzo de la que ha venido a llamarse “nueva normalidad”, que se inicia este 21, quince minutos después del comienzo oficial del verano.
Las transferencias de aprovechamiento
[dropcap]H[/dropcap]e comentado que la parte más difícil de comprender del PGOU fue la transferencia de aprovechamiento. Las primeras se realizaron desde parcelas de los Alambres, Pizarrales, Prosperidad y Garrido.
Los principios del PGOU
[dropcap]D[/dropcap]os edificios de los incluidos en el listado de protegidos fueron sacados de la lista de catalogación, y en otros dos se modificaron los criterios de protección. Aquel Pleno memorable tuvo mucho de política y de defensa de intereses. Apoyamos la aprobación del PGOU la totalidad de los concejales socialistas, los dos ediles comunistas, y Telesforo Martín y Nicolás Cifuentes, en total 15 votos a favor. En contra votaron los miembros del grupo centrista y Emilio Tomé Argüeso, 9 en total.
Decisiones sobre el PGOU
[dropcap]T[/dropcap]eníamos que someter el PGOU a las normas estatales de urbanismo. La Ley del Suelo establecía que el número máximo de viviendas que se podían construir por hectárea era de 75, y esta densidad se debía respetar tanto en el suelo urbano consolidado como en el urbano no consolidado.
Informando del Plan General
[dropcap]J[/dropcap]esús María Santos, director del Gabinete de Prensa y de Casa Grande, se puso manos a la obra para informar por todos los medios a nuestro alcance de los pormenores del PGOU. Se realizaron campañas de información con conferencias, ediciones de folletos y visitas a los barrios, donde se discutía hasta altas horas de la noche con los líderes vecinales y personas interesadas en los entresijos del Plan.
Plan General de Ordenación Urbana
[dropcap]L[/dropcap]a aprobación de un Plan General de Ordenación Urbana es lo más importante que puede hacer una corporación municipal. Se trata de poner en marcha las reglas de juego urbanísticas que durante un largo periodo de tiempo se da una comunidad. En ese documento se decide lo que será el futuro, lo que queremos y cómo queremos que crezca la ciudad.