Las familias desahuciadas experimentan un “impacto psicológico similar al que se sufre en algunas catástrofes y duelos complicados”, ya que “perder su casa, donde han vivido tanto tiempo y han desarrollado parte de su proyecto vital es tan desgarrador que se asemeja a perder gran parte de su identidad personal”.
Así lo asegura la psicóloga Ana Isabel González, licenciada por la USAL y responsable del Gabinete S_Ana Ilsuiones quien, además, colabora como voluntaria con la Plataforma Stop Desahucios de Salamanca, con cuyos integrantes lleva a cabo una terapia de grupo semanal desde hace pocos meses.
Los que pierden sus viviendas se enfrentan, también, a secuelas como “shock emocional y estrés postraumático”, según explica González, quien agrega que las personas que se ven inmersas en procesos de desahucio “soportan ansiedad, angustia y pánico durante mucho tiempo”, por lo que “en muchas ocasiones no se ven con fuerzas para que su cuerpo aguante”.[quote_box_left]PENSAR EN POSITIVO
“Hemos cambiado mucho desde que empezamos, ahora ya no estamos como el primer día”, cuenta Raquel, una de las afectadas que participa en la terapia. “Ya hemos llorado, ya nos hemos abrazado, ya lo hemos pasado mal, eso ya quedó atrás, ahora es momento para otras cosas”, añade Marian, otra integrante del grupo. Las terapia grupal se centra en potenciar los aspectos positivos de las personas para ayudarles a afrontar las dificultades del día a día. “Ahora venimos y lo pasamos bien, ahora nos reímos”, añade Joaquín, otro afectado.
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La psicóloga de Stop Desahucios Salamanca considera que la pérdida de la vivienda va más allá de la desaparición de un bien material, pues los afectados pierden o ven deterioradas, además, sus “relaciones sociales y familiares” algo que lleva a muchas personas “al aislamiento social”. Asimismo, las familias inmersas en estas situaciones experimentan, “síntomas de tristeza profunda y depresión y, ante tantos problemas sobrevenidos, las personas caen en un colapso emocional, incapaces de ver las cosas con un prisma racional, lo que les lleva a un laberinto de experiencias traumáticas”, destaca González.
La terapia de grupo que esta psicóloga desarrolla con los integrantes de la agrupación ciudadana tiene como objetivo principal “ayudar a resolver las dificultades emocionales y estimular el desarrollo personal de los participantes”, personas que actualmente se encuentran en procesos de negociación con distintas entidades bancarias y que dependen del éxito de estos procesos para no perder su vivienda habitual.
Ayuda mutua
Gracias a las sesiones, estas personas pueden “compartir vivencias, sentirse acompañados, dejar de verse perdidos, pelear y reconocerse como víctimas, y no como culpables”, declara González. La terapia se desarrolla “en un grupo de confianza, donde los problemas que les afectan son similares”, y donde pueden “volcar las emociones entre personas que se entienden y empatizan con cada situación”, de manera que los afectados sean capaces de “superar las emociones bloqueadas y las dificultades emocionales” ya que, como asevera esta voluntaria, “el contacto con otras personas que están viviendo la misma situación les hace apreciar el problema de una forma menos catastrófica y más realista, lo que les lleva a sentirse mejor”.
Por su parte, la psicóloga de Stop Desahucios ve de forma positiva la pertenencia de los afectados a la propia Plataforma. En este sentido, explica que “todas las personas que asisten a estas sesiones apuntan como la Plataforma les ha ayudado a canalizar el estrés y la tensión a través de las diferentes actividades que llevan a cabo (salidas, manifestaciones, reuniones…), a expresar públicamente su malestar por una situación injusta, a establecer vínculos nuevos con personas afectadas y así crear una nueva red de contactos solidarios y a sentirse más arropados, ayudados y seguros ante situaciones legales y emocionales difíciles”.
PARA SABER MÁS
Stop Desahucios Salamanca tiene un blog y una página web. La página de la PAH incluye información útil.
