Una mujer alemana de 59 años ha muerto cosida a puñaladas en su casa de palma de Mallorca por un hombre al que recogió en su casa porque vivía en la calle y le dio pena.
Ika, que así se llama la víctima, enviudó hace siete años y se desplazó a Mallorca para rehacer su vida. Hace dos meses conoció a Celestino, un sin techo de su misma edad, que le ablandó el corazón y lo llevó a su casa.
Iniciaron una relación que concluyó este domingo. La Guardia Civil entró en su casa de Colònia de Sant Jordi y la halló muerta cosida a puñaladas, cinco, en el tórax y abdomen.
Allí estaba Celestino ensangrentado y con un cuchillo en las manos, el mismo con el que acabó con su vida.