“Tejares está muy abandonado por todos”

“Lo único que queda de aquel Tejares son cuatro casas contadas”. Así resume Manuel, uno de los vecinos de Tejares de toda lo vida, lo que se conserva del que fuera su pueblo. Este 4 de noviembre se cumplen 60 años desde que Tejares dejó de ser un municipio para convertirse en un barrio de Salamanca, quizá tendría que ser el más relevante, al ser la cuna del primer personaje de la historia de nuestra literatura, porque es ahí, en el molino de Tejares, donde el escritor anónimo sitúa el nacimiento de Lázaro de Tormes.

Por. Lucía Almaraz

Quizá al igual que Lázaro de Tormes, el vecino más ilustre de Tejares, los que pasean por las calles del barrio se conforman con lo que le ha tocado vivir, pero recuerdan con nostalgia que cuando era pueblo “todo iba mucho mejor”. Dejando atrás historias picarescas, hoy sus gentes se sienten abandonos.

El Boletín Oficial del Estado del 4 de noviembre de 1963 publicaba la incorporación de Tejares a Salamanca capital: “Venía a ser una barriada de la población de Salamanca y que su vida dependía de ella”.

De esta forma, se declaró como una zona urbana de carácter ´único´ para servicios como el autobús. Esa fusión tuvo lugar el 4 de noviembre de 1963 en pleno del Ayuntamiento de Salamanca. Una adhesión que los oriundos de Tejares pueblo no les acaba de convencer. “Si hubiera seguido siendo pueblo sería como Santa Marta, Villamayor… Habría muchas más facilidades. “Está muy abandonado. Aun así la calidad de vida no es mala, faltan muchas cosas, pero se vive bien aquí”, dice Nanci, otra de las vecinas de toda la vida en Tejares.

A partir de los años 80, Tejares empezó a desarrollarse y urbanizarse. La entonces peligrosa carretera que atraviesa en mitad del barrio carecía de regulación con semáforos, solía haber cortes frecuentes de agua, tampoco había centro cívico, ni casa de la cultura, multitud de calles estaban sin asfaltar y la única zona para el ocio infantil (aunque sin toboganes o columpios…), era el parque de Lazarillo.

Sus vecinos están muy agradecidos de las mejoras que poco a poco se han ido haciendo. Aun así piensan que no es suficiente. “Arreglaron muchas cosas y de momento está bien, como la ribera del río, hicieron un puente… Mejor que antes está”, añade Manuel.

En cambio, Antonio, el dueño de uno de los kioscos de la zona, echa de menos tener una sucursal bancaria, además de mejoras en las líneas de autobús. “Hace mucha falta un banco, no hay ninguno y las líneas de autobús van muy mal todas”.

Casi un siglo

Es en 1934 cuando los alcaldes de Tejares y de Salamanca tienen interés en esta parte de la ciudad, pretendían desviar el tráfico ferroviario hacia Portugal por Tejares, aunque la Guerra Civil se interpuso en estos planes. Años más tarde, el arquitecto Fernando Población se encargó de esta vía y se eliminó la que partía la ciudad de Salamanca en dos.

En 1954 se puso a funcionar la reconocida ‘variante de Tejares’ y la nueva estación, que a día de hoy se encuentra en desuso. Así, en 1963 el Ministerio de Gobernación, el Consejo de Estado, la Dirección General de Administración Local y el propio Franco respaldaron la idea de anexión.

La mayoría de los vecinos coinciden y comparan las mismas ideas: “Creo que no fue bueno anexionarse, porque si esto hubiera seguido siendo pueblo como antes ahora sería un pueblo más del Alfoz, que son más grandes, tienen industria y entidad. Ahora está abandonado por todos”, añade Manuel.

Sí que es cierto que ha habido mejoras, sobre todo de las calles y el agua, lo que ha traído consigo un aumento notable de la población, como explica Antonio. “Es verdad que hay más vida, hay más población. Hay niños”, pero entre sus muchas demandas por el abandono que sienten también se encuentra los servicios sanitarios, “para ir al médico tenemos que ir hasta La Salle”, concluye Manuel.