Adiós a Mario Vargas Llosa

El premio Nobel peruano fue investido Honoris Causa por la Universidad de Salamanca en septiembre de 2015
Mario Vargas Llosa investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca.

Mario Vargas Llosa ha muerto en su casa de Perú a los 88 años. Él era el último del boom literario que recorrió América Latina desde México a Argentina o Chile. Tras su muerte se podrá investigar si le dio un puñetazo a García Márquez, su compadre y el padre del Realismo Mágico que cambio la manera de escribir.

La noticia del fallecimiento del Premio Nobel la han dado sus hijos a través de las redes sociales. «Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz». Escribía Álvaro Vargas Llosa.

Vargas Llosa está unido a Salamanca gracias a la Universidad a ser uno de sus Honoris Causa y al cineasta Chema de la Peña que rodó un documental sobre su él.

Repasemos la vinculación de Vargas Llosa a Salamanca de la mano de Chema de la Peña, que al igual que muchos de los lectores del escritor peruano, lo conoció gracias a La ciudad y los perros.

Cuando Chema de la Peña tenía 18 años y aún estaba lejano su futuro como cineasta, un amigo le pasó un libro que le dejaría «conmocionado». Era ‘La ciudad y los perros’, el debut literario de Mario Vargas Llosa, galardonado en 1963 con el Premio Biblioteca Breve y convertido tras su publicación en «el pistoletazo de salida de lo que luego fue el boom de la literatura latinoamericana», según recordaba el director salmantino. «No había leído nada igual: la fuerza, la violencia, la incomprensible frescura, el dominio del lenguaje, aquella laberíntica estructura, la exactitud con que describía los espacios geográficos… hicieron que el libro quedara marcado en mi memoria»

De la Peña siempre tuve en la cabeza que tenía que rodar algo sobre el libro o sobre su autor y 37 años después de aquel descubrimiento y lo logró al rodar Mario y los perros.

La película describe el viaje iniciático de un chaval desde que a los diez años decide que quiere ser escritor hasta que lo consigue dieciséis años después en París y publica su primera novela. Para rodar el film, De la Peña contó desde el primer momento con la complicidad del Premio Nobel de Literatura, que le abrió de par en par sus archivos personales y aparece entrevistado en el documental.

‘Mario y los perros’ sigue el deambular del joven desde que con diez años llega a Lima, la capital de Perú, donde inicia su labor como periodista de sucesos en el diario ‘La Crónica’ y se convence de que para triunfar como escritor debe encaminar sus pasos hacia Europa. Es así como en 1958 llega a Madrid, con 22 años y la beca Javier Prado para realizar durante dos años un curso de posgrado en la Universidad Complutense.

La Universidad de Salamanca se vio engrandecida un 17 de septiembre de 2015 al investir Honoris Causa a Mario Vargas Llosa.

Mario Vargas Llosa desgranó en su discurso de investidura como doctor Honoris Causa de la Universidad, su forma de afrontar la creación literaria y confesó que «tenía la pasión» por escribir «pero no la facilidad». «Todas las novelas, cuentos, obras de teatro que he escrito han tenido un origen similar. Algo me ocurrió que me marcó de tal manera, que no puede evitar escribir una historia a partir de esa experiencia», reconoció aquel septiembre en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca.

El escritor y Premio Nobel realizó una encendida defensa de la literatura en su discurso de investidura como doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca. A su juicio, y haciendo suyas las palabras de Sartre, la literatura “no es ni puede ser un mero entretenimiento”, sino que debe considerarse como “una forma de acción”, en la que las palabras son actos y, a través de ella, el escritor “influye en la vida de otros y en la historia”.

“No creo que la literatura sea una actividad sin consecuencias cuya única razón sea hacer pasar un buen rato a las personas. El entretenimiento está muy bien. No hay que sentirse desmoralizado si la literatura sólo sirve para entretener. No obstante estoy convencido de que la literatura tiene efectos en la vida. Pero esos efectos no se pueden premeditar. No hay manera de que el autor planifique lo que escribe para que su libro tenga determinadas consecuencias en la realidad”, subrayó el autor de La ciudad y los perros y Conversación en la Catedral.

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