España había anunciado un aumento de su gasto en Defensa y este martes ha hecho públicos los detalles para lograr su objetivo. Este año, nuestro país “cumplirá” con el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) destinado a esta área, según ha ratificado el presidente Pedro Sánchez, tras comparecer en la Moncloa después del Consejo de Ministros.
Para cumplir el objetivo, se movilizarán 10.400 millones de euros, que se sumarán “a los ya destinados a las políticas de seguridad y defensa”, lo que hará posible pasar del 1,4% al 2% del PIB, un cifra que el Ejecutivo había prometido años atrás. Así, la intención es es “reforzar la Defensa”, reindustrializar el país y cumplir con los compromisos adquiridos con la Unión Europea (UE) y la Alianza Transatlántica.
Y todo ello se llevará a cabo “sin subir impuestos, sin tocar un céntimo de euro la inversión en el Estado de Bienestar y sin incurrir en un mayor déficit público”, según Sánchez, quien también se ha comprometido a que el nuevo planteamiento será inocuo para el gasto social y medioambiental, y tampoco supondrá una subida de impuestos. Va a requerir, sin embargo, un “esfuerzo importante, pero proporcional a los desafíos que enfrenta España y Europa” en un “contexto geopolítico y tecnológico tan cambiante”.
En cuanto a las fuentes de financiación que harán posible obtener los 10.400 millones de euros, cuya inversión se enmarcará en el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa de España, el presidente ha confirmado tres. En concreto, los Fondos Next Generation de la Unión Europea, que experimentarán la reordenación de algunas partidas; los “ahorros generados por la gestión rigurosa”; y varias partidas contempladas en los Presupuestos de 2023 “que ya no se necesitan”.
A su vez, el plan para aumentar el gasto en Defensa se centrará en cinco pilares. El primero supondrá el 35% de la inversión y contempla mejorar las condiciones laborales de la tropa y la marinería, así como su preparación y equipamiento, además de aumentar el número de efectivos del Ejército.
El segundo se centrará en fabricar y adquirir nuevas capacidades de telecomunicaciones y ciberseguridad, lo que contará con el 31% de la inversión.
El tercer punto será la creación y compra de nuevos equipos de defensa y “disuasión” y, el cuarto, con una inversión del 17%, hará hincapié en la preparación de las Fuerzas Armadas, con el fin de que sepan cómo intervenir en emergencias y desastres naturales.
Asimismo, el quinto objetivo será mejorar las condiciones de los 3.000 militares y guardias civiles desplazados a otros países, dentro de las 16 misiones de paz que España desarrolla.
El Consejo de Ministros ha abordado esta mañana la propuesta y el Gobierno la hará llegar el miércoles a Bruselas. El siguiente paso será esperar el visto bueno de la UE y la OTAN. También será necesaria la aprobación del plan en el Consejo de Ministros, aunque no se votará en el Parlamento, pues “no requiere de la aprobación de las Cortes”, ha destacado Sánchez.
