Muchas cosas han cambiado en estos cinco años en la vida de Ana Obregón. La empresaria y actriz tiene en su vida a Anita, la hija de su hijo Aless Lequio, pero las risas de la niña, no impiden que cada día se acuerde de su hijo.
Ana Obregón comparte una desgarradora carta en el quinto aniversario de la muerte de Aless Lequio y una serie de fotografías donde se le ve lleno de vida y de alegría.
Mi amado hijo:
Hoy hace cinco años que me quedé abrazada a ti cuando dios decidió que te fueras al cielo.
Hoy hace cinco años que mi corazón dejó de latir con el tuyo.
¿Sabes que el primer día de tu vida fue el primero de la mía? Y, ¿que el último día de tu vida fue también el último de la mía?
Desde que duermes en el infinito, el dolor insoportable de tu ausencia cada día va a más.
No sufras cuando critican a tu mamá por haber cumplido tu último deseo de traer a tu hija al mundo, a mí no me duele porque tú me enseñaste el coraje y la valentía con tu ejemplo en esa lucha cruel contra el maldito cáncer.
Ojalá sientas la paz de saber que tu hija tiene todo el amor que me hubiera gustado darte, de saber que tu Fundacion sigue financiando ensayos para la investigación del cáncer y aportando ese granito de arena para salvar vidas.
Tu hija con su sonrisa, ternura y travesuras es idéntica a ti y me ha devuelto de alguna manera la vida.
Esta noche, como cada noche, nos fundiremos en un abrazo eterno cuando Anita y el mundo duerman.
Siempre juntos, amor de mi vida.
Tu mamá y tu hija Anita.