Estados Unidos y China han llegado a un nuevo acuerdo comercial y, para el líder norteamericano, el pacto confirma que entre ambos países hay una “relación excelente”. La decisión trata de poner fin a las tensiones derivadas de la subida arancelaria global establecida por Trump en abril. Las dos potencias habían establecido antes una tregua temporal de 90 días.
El nuevo pacto se basa en que China aportará a EEUU, de forma prioritaria, tierras raras y minerales magnéticos. Respecto a estas materias, Estados Unidos aplicará a China un 55% de aranceles (para EEUU, la tasa será del 10%).
Por su parte, el país norteamericano permitirá nuevos visados para estudiantes chinos a las universidades estadounidenses, así como su acceso al país.
El acuerdo “está cerrado a falta de la aprobación final del presidente Xi y la mía”, publica Trump en su perfil de la red Truth Social.
Desde la subida arancelaria, el líder de la Casa Blanca y el presidente chino Xi Jinping han mantenido dos reuniones en Londres, con el fin de negociar. Además, ambas naciones había acordado fijar un marco de trabajo para lograrlo.
El nuevo acuerdo trata de destensar las relaciones entre EEUU y China, después de que el primero vetara la entrada de estudiantes chinos y de que el segundo planteara restricciones sobre la aportación de tierras raras y materiales semiconductores.
