[dropcap]N[/dropcap]o tuvimos problemas con la redacción del PGOU en los barrios excepto en uno, la Prosperidad. El 1 de julio de 1982 me reuní con sus vecinos. Asistió a la asamblea una empresa constructora que había prometido a los propietarios de las viejas viviendas un piso de las mismas dimensiones que el solar que entregaban.
memorias de un alcalde
La Salamanca del Plan General
[dropcap]E[/dropcap]n el recorrido que habitualmente hacía desde casa al centro de Salud Garrido Norte, me gustaba pararme en el alto del Teso de la Chinchibarra y contemplar desde allí las dos Salamanca. La previa al Plan General con el barrio Garrido como fondo con las calles pequeñas, oscuras, las viviendas macizadas, sin árboles ni jardines, sin dotación alguna, y las pocas que hay de escasa calidad.
Angelita Cuesta y los pintores salmantinos
[dropcap]T[/dropcap]odos los pisos de la Casa Gombau en la Plaza Mayor, excepto uno, estaban alquilados. Rentaban 16.300 pesetas mensuales que pasaron íntegramente a las arcas municipales. El Ayuntamiento se comprometió a no vender el inmueble antes de 30 años a contar desde 1982.
Los malos olores y el acuerdo con el Novelty
[dropcap]E[/dropcap]ran frecuentes en la década de los ochenta las protestas vecinales por malos olores. Producidos, sobre todo, en verano por corrales con animales, especialmente en el barrio del Arrabal del Puente. Aunque las disposiciones sanitarias prohibían mantener animales en la ciudad, muchas familias se saltaban la ley. Trasladar estos corrales e industrias derivadas de la ganadería se convirtió en un asunto a solucionar con urgencia.
La política de patrimonio produjo beneficios sin fin
[dropcap]C[/dropcap]ompramos suelo para construir colegios por doquier: 28.268 en Garrido, 24.104 para el centro escolar en Buenos Aires y la ampliación del parque Lazarillo, y 17.740 metros cuadrados para el colegio Gran Capitán.
Las negociaciones con Defensa
[dropcap]E[/dropcap]l Ministerio de Defensa tenía previsto trasladar a Alba de Tormes las unidades de la Brigada de Caballería “Jarama”. Con ese motivo escribí dos cartas al entonces ministro de Defensa, Alberto Oliart, pidiéndole el traslado del polvorín de Tejares, considerado un riesgo al estar muy cerca del casco urbano. Aproveché para solicitarle los terrenos.
El entrañable señor Rafael
[dropcap]U[/dropcap]na de las grandes adquisiciones de terreno fue destinada a la ampliación del cementerio de Tejares. El camposanto del que en su tiempo fue pueblo estaba agotado y necesitábamos comprar los terrenos colindantes urgentemente. Conectamos con el bueno del señor Rafael
La oferta de suelo
[dropcap]A[/dropcap]l no poder ofertar suelo público para la construcción de viviendas sociales, los especuladores de suelo hicieron su agosto. Realizamos una política agresiva de adquisición de suelo, aunque esas formas de actuar suelen ser oscuras y sin interés para los ciudadanos, sin embargo fueron fundamentales para que se pudieran hacer obras que repercutieran positivamente en la vida de los salmantinos.
Mi barrio, Pizarrales
[dropcap]T[/dropcap]ermino este repaso por algunos barrios de la Salamanca de 1979 refiriéndome a Pizarrales, con población mayoritaria de trabajadores. Formaban el barrio los bloques de Nícar, las viviendas del Carmen Nuevo, las del Viejo, el barrio Blanco, la Charca Capuchinos y el núcleo de Pizarrales.
El barrio de posguerra
[dropcap]E[/dropcap]l problema más grave del barrio Vidal era el agua. Hasta que no comenzó el trasvase de depósito de la Chinchibarra hasta el depósito de los Cañones los vecinos no consiguieron que saliera agua de los grifos las 24 horas del día.
