Daniel Durán nació en Salamanca y ha desarrollado su labor profesional en Guipúzcoa.
Esta semana voy a permitirme una pequeña licencia. He estado recibiendo formación en un curso en la Escuela de Cocina de Luis Irizar, uno de los grandes cocineros vascos.
Junto al profesor Henry Occelly, los alumnos hemos preparado esta receta que les invitamos a elaborar, degustar y disfrutar.
Ingredientes:
Una rodaja de bonito.
Una cebolleta.
Pepinillos en vinagre.
Alcaparras.
Tabasco.
Tomate
Sal, pimienta, aceite de oliva virgen, zumo de limón, vinagre de Jerez, hojas de albahaca, unos germinados.
Elaboración:
Tartare de bonito. Limpiamos la rodaja de bonita, quitándole espinas, piel y la parte interna oscura.
Picamos el bonito en cuadraditos muy pequeños, al igual que la cebolla, los pepinillos y las alcaparras. Al conjunto le añadimos unas gotas de tabasco, sal, pimienta y un chorrito de aceite de oliva virgen. Lo mezclamos todo muy bien y reservamos en la nevera hasta el momento de servirlo.
Para la vinagreta de albahaca necesitamos mezclar tres partes de aceite de oliva virgen extra por una de vinagre de Jerez. Le añadimos sal y unas hojitas de albahaca cortadas finamente. La vinagreta estará perfecta si le agregamos unos dados de tomate sin piel, ni pepitas. Mezclamos bien y reservamos.
Emplatamos:
Emplatarermos dos minutos antes de degustar el tartare.
En un aro metálico colocamos el tartare de bonito, al que añadiremos el zumo de limón y en este instante, es cuando el bonito comienza a marinarse. Retiramos con mucho cuidado el aro y colocamos sobre el tartare los germinados. Agregamos la vinagreta de albahaca, bien por encima de los germinados o en el plato un lateral.
Recomendación:
El tartare de bonito potenciaría su sabor con un Chardonnay fresquito