[dropcap type=»1″]D[/dropcap]e los dos jefes comuneros salmantinos, solamente Francisco Maldonado cuenta con una calle en la ciudad. Parece como si Salamanca no hubiera perdonado a Pedro Maldonado el intento de su tío, el conde de Benavente, de impedir que fuera ejecutado.
La calle está ubicada en un barrio periférico, en Chamberí, en unas urbanizaciones de nueva creación, entre la avenida del jesuita asesinado en El Salvador, Ignacio Ellacuría, y el paseo dedicado al catedrático de literatura de la Universidad de Salamanca, César Real de la Riva.
Francisco Maldonado, nacido hacia 1475 y muerto violentamente en Villalar el 24 de abril de 1521, había contado anteriormente con una calle en el centro de Salamanca. Se trataba de un callejón sin salida que partía de la calle Zamora. Se encontraba entre la actual iglesia de los carmelitas descalzos, construida sobre el solar de la iglesia románica de la Magdalena, y la casa en la que vivió Manuel José Quintana, hoy con otra edificación, pero que podemos identificar por una placa conmemorativa que luce en su fachada.
En el plano de Salamanca editado en 1858 se reseña la calle sin salida dedicada al comunero. Hasta hace pocos años el acceso de entrada al convento de carmelitas descalzos de la calle de Zamora se hacía por un pasillo, hoy cerrado. Este pasaje, en la actualidad dentro de las dependencias del convento, se corresponde en gran parte con la antigua calle dedicada a Francisco Maldonado.
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