Opinión

Los cuentos de hadas

Un cuento de hadas. Imagen de J. S. Clingman en Pixabay

Los cuentos infantiles clásicos son piedras preciosas dentro de la literatura. No sólo para el pequeño lector sino también para el adulto.

Sherezade durante 1.001 noches de relatos, sana el corazón del Rey herido por el desengaño, logra su amor, y con ello salva su vida.

Los cuentos expresan en representaciones cargadas de símbolos e imágenes un mundo en el cual todo es posible. La imaginación y la fantasía vuelan. La mente y el corazón lo reciben, le dan forma y significado personal.

Los niños no sólo disfrutan de ellos, sino que reconocen en sus personajes sus propias emociones, que los adultos no entienden. Desplazan ahí su angustia al abandono, sus miedos, sus deseos, sus frustraciones, su culpa. Y disfrutan que el héroe con el cual se identifican logre su objetivo, venza a dragones y malvados, los otros lo quieran, se haga justicia, y viva feliz para siempre. El niño ha recibido el mensaje: los problemas se pueden solucionar, tus emociones dan colorido a la vida, confía en tus recursos y en las personas que te quieren.

Porque los cuentos deben tener un final feliz. Es un error creer que el niño piensa como un adulto y como tal entenderá la realidad; o temer que se quede atrapado en la fantasía. El cuento ocurre “ en un lugar lejano, hace mucho, mucho tiempo”, y ante la duda el niño tiene a quien le lee, que le protegerá con su amor.

Los adultos recordamos con nostalgia los microcosmos fantaseados en la infancia, y la libertad que nos daba construir nuestras propias historias.

H. C. Andersen en La Reina de las Nieves, una niña busca a su querido amigo, el cual no siente, y no ve la belleza de la vida, porque unos cristales malignos han entrado en su corazón y en sus ojos. En su viaje lleno de riesgos y dificultades conocerá a diferentes personajes que le ayudarán. Cuando lo encuentra, su abrazo de amor y las lágrimas de ambos, logran expulsar los cristales. En la nieve se forma la palabra“ eternidad” que él no había logrado escribir usando la razón, y que la Reina de las Nieves le exigía para otorgarle la libertad, darle el mundo y permitirle que fuese su
propio dueño. Ya de regreso en sus casas no son niños, son adultos.

maritzalastra@gmail.com

7 comentarios en «Los cuentos de hadas»

  1. Preciosa columna, coincido con otro comentario en que me encantaría escuchar tu análisis de otros cuentos clásicos y ojalá algunas recomendaciones de el
    Modo de leerlos a los
    Niños y conversar después sobre ello

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