[dropcap]C[/dropcap]uenta la mitología que la Hidra de Lerna era un antiguo y despiadado monstruo acuático ctónico con forma de serpiente policéfala, que tenía tres o más cabezas y que a su paso aniquilaba a muchas víctimas inocentes.
[dropcap]C[/dropcap]uenta la mitología que la Hidra de Lerna era un antiguo y despiadado monstruo acuático ctónico con forma de serpiente policéfala, que tenía tres o más cabezas y que a su paso aniquilaba a muchas víctimas inocentes.
[dropcap]E[/dropcap]sta semana, el nombre del salmantino Luis Fuentes ha vuelto a saltar a la palestra. Fuentes es ahora, contra pronóstico, el flamante presidente de las Cortes de Castilla y León, tras el pacto suscrito entre las derechas en la comunidad. El motivo por el que Fuentes ha protagonizado noticias estos días ha sido su intención de trasladarse al apartamento presidencial existente entre los muros del edificio del parlamento autonómico. El trasiego de mobiliario hacia la hasta ahora desconocida estancia, propició la circulación de rumores sobre el uso del privilegio que hará a partir de ahora el presidente de la institución autonómica. Antes, ningún presidente había utilizado el apartamento en legislaturas pasadas. Ha tenido que llegar el adalid de la regeneración para que se haga uso de un privilegio, una contradicción en toda regla.
“A menudo he tenido que comerme mis palabras y he comprobado que es una dieta muy equilibrada”. Con esta cita de Winston Churchill salió del paso el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, cuando, al tomar posesión el nuevo gobierno de la comunidad, fue preguntado por su fallido veto al nombramiento del consejero de Fomento y Medio Ambiente,Juan Carlos “Pañuelitos” Suárez-Quiñones. Aunque fuera de forma tan ocurrente, la máxima cabeza visible de Ciudadanos en Castilla y León reconocía así que se había visto obligado a tragarse un sapo (y sin cocinar, ya que existía la alternativa de que Fernández Mañueco hubiera desplazado a otra consejería al autor de la inefable frase “La Administración soy yo”).