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Opinión

Por un futuro sostenible, sano y justo: No a la mina de uranio

mina uranio berkeley 6
Un momento de la protesta ante las instalaciones de Berkeley en Retortillo, en julio de 2019.

[dropcap]E[/dropcap]l proyecto minero especulativo, tándem político sin clase ni vergüenza junto a empresarios foráneos que dicen pensar en todos mientras grapan las lenguas de unos pocos.

 

Inmersos como nos encontramos a la pandemia que asola la práctica totalidad de nuestra tierra, nuestra casa común y que provoca serias incertidumbres sobre el futuro , me asaltan algunas reflexiones que son a mí humilde entender consecuencias inequívocas de la falta de prevención y precaución que la gran mayoría de los Estados carecen y que generan el profundo y constante malestar en la ciudadanía, y que demuestra que en la cúspide prevalece únicamente el valor económico y mercantil de la existencia.

Las conclusiones objetivas que la ciencia va acumulando calladamente a base de largas series de datos y años de trabajo, son periódicamente transferidas una y otra vez a los sucesivos Gobiernos que han pasado por nuestra democracia sin que los mismos hayan formado bajo ningún signo político apoyos claros, contundentes y unánimes a las previsiones y recomendaciones que los especialistas formulan para el mejor devenir de la Sociedad.

El ejemplo sanitario, viene ahora a colación desgraciadamente para hacernos recapacitar sobre los informes formulados por las organizaciones sanitarias de la conveniencia en tener visión de las pandemias y nuevas patologías que pudieran surgir. Ya vinieron algunos avisos serios pero no fueron atendidos al tener un origen externo, allende a nuestro modelo y forma de desarrollo. Ahora, dicen debemos de organizarnos y pensar en global, para salir fortalecidos todos juntos de esta crisis que golpea o golpeará a gran parte de la humanidad. Y aparecen sobre el tablero, sumas ingentes, vergonzantes de millones o billones de euros para salvar las patas de la economía global. Vuelve a circular el flujo monetario en las grandes esferas públicas y privadas y mientras, a esperar a que lleguen las migajas a los ciudadanos de a píe, los que aguantan y hacen posible en gran parte esta disfuncional y enferma maquinaria global. Y nos preguntaremos de nuevo a dónde va a parar todo ese dinero que dicen aportar. No hay manera de aprender de los errores del pasado, demostrando que el hombre sigue siendo el animal que tropieza interesadamente una y mil veces en la misma piedra.

El medio ambiente no escapa al menoscabo de la clase política. Si la Sanidad como vemos no ha tenido el suficiente peso con las continuas recomendaciones de los que verdaderamente conocen los problemas, la Naturaleza , la tierra, la que sustenta nuestra base piramidal de sociedad de consumo se le explota una y otra vez de manera más irracional. Los síntomas van aflorando ya, las percepciones afortunadamente van cambiando, los que negaban los cambios del clima inducidos por la mano del hombre, ahora callan, se muestran escépticos o se revelan de manera furiosa contra las evidencias de los datos obtenidos por la Ciencia, esa que solo les vale para culminar en un proyecto empresarial y rentable.

Por todo ello y por mucho más, ahora es el momento propicio de seguir en el empeño de luchar desde las Comunidades, desde las más pequeñas, las que tienen un modelo de futuro racional y ajustado a sus intereses, las que desean y apuestan por un futuro sostenible, sano y justo para con sus vecinos, porque solo así trascenderá ese modelo de escalada modesto y progresivo. El proyecto minero especulativo, tándem político sin clase ni vergüenza junto a empresarios foráneos que dicen pensar en todos mientras grapan las lenguas de unos pocos, debe quedar hoy más que nunca marginado, olvidado a un lado de la memoria colectiva como un mal recuerdo, y en consecuencia consolidarse como una victoria, una esperanza a que las pequeñas comunidades no se les engañe, vendiendo modelos cortoplacistas , dañinos contra la salud y el medio ambiente, aquel que bien les ha dado de comer y les ha dado lo más importante, el tener pertenencia a una tierra modelada y ajustada al quehacer de sus antepasados.

Por: José Luis Moreno (primer presidente de la plataforma Stop Uranio)

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1 comentario en «Por un futuro sostenible, sano y justo: No a la mina de uranio»

  1. Por la prohibición de las minas de uranio en España, del mismo modo que lo están en el resto de los paises miembros de la Unión Europea.

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