La academia para algunos es solamente el camino de la docencia, la academia también es el requisito para conseguir un trabajo o incluso para montar tu propia empresa. En esta universidad coexiste lo bueno y lo malo.
A veces se ven cosas poco ‘elegantes’, pero si no tienes poder ni influencia, tienes q callarte la boca.
¿Cuántos puestos se han creado a dedo? ¿Cuántas parejas de…? Cuento un par de ejemplos: Me retiraron una ayuda cultural por no diseñarle un cartel electoral a la vicerrectora de turno o tuve que aceptar pintar un vítor honorífico a cambio de regalarlo.
Soy doctorando y también autónomo, he sido voluntario de distintos eventos, el más destacado el del VIII centenario y cuando les propongo participar en la Feria de Bienvenida, me dicen que tengo que pagar 300€ por hacer algo que debería hacer el propio personal de la USAL.
Ahora… un profesor, doctor, decano, vicerrector y conseguidor de proyectos para la Usal y en consecuencia de trabajo para cientos de estudiantes de la Usal… ¿Cuántas personas así hay en mi universidad? Busquen nombres y aparece el de nuestro rector.
Amigo rector, no quieren que seas profeta en tu tierra, pero a mí ya me convenciste hace tiempo, siendo estudiante de Bellas Artes. No tenía nada que perder y te escribí para pedirte una carta de recomendación para presentarme a un proyecto de BBVA. No me conocías de nada, nadie me había recomendado y me contestaste: «Por supuesto». No me ha vuelto a pasar.
Por eso creo en ti, en tu capacidad de trabajo y tal vez ese sea el miedo de tus detractores, que vayas a ser capaz de destacar por encima de tus predecesores. ¡Ojo!, poniendo el nombre de la Universidad por delante del tuyo.
No me cabe duda que lo conseguiremos, porque somos más los que creemos y queremos hacer una Universidad mejor gracias al talento de los mejores.
Trabajaremos duro por ello. Los que no quieran, que No molesten.
Por. Miguel García.
3 comentarios en «Somos más…»
En la Usal no es oro todo lo que reluce. Fuera de las cámaras, bullen las intrigas, maniobras, manipulan… Qué le pongan en la diana, me hace creer en él.
Pero es listo y entiende la situación. Sabe moverse. Creo que saldrá con la suya y si quiere se quedará los seis años.
¿Es ético recomendar a una persona sin conocerla?
Es la ilustración de una anomalía. Se enlazan dimisiones «por cuestiones personales» con unas elecciones «cuanto antes mejor», con un 89.413% de abstención (o, como se ha expresado oficialmente, con una participación total del 10,587%), y con un único candidato. El cual ha salido elegido rector arrastrando un historial de «cheating» documentado y demostrado con método científico. Lo tienen crudo, pero más vale que la institución despabile, ponga en práctica un «Academic Integrity Day» (quizás mejor una semana, dado el caso), e invite con urgencia a Ivan Oransky… «Mal de muchos, consuelo de tontos».