[dropcap]E[/dropcap]stimado cliente. En primer lugar, queremos agradecerle la adquisición del más moderno de nuestros servicios. Estamos seguros de que éste será el comienzo de una relación larga y próspera basada en la confianza.
[dropcap]E[/dropcap]stimado cliente. En primer lugar, queremos agradecerle la adquisición del más moderno de nuestros servicios. Estamos seguros de que éste será el comienzo de una relación larga y próspera basada en la confianza.
[dropcap]E[/dropcap]ra una suerte de zanahoria justo delante de los ojos atada a un palo. Era un inconsciente distorsionador de la realidad que se aceptaba de buen grado. Era un viaje por un sutilmente iluminado túnel que sugería que al final de la siguiente curva abriría el otro lado de la gran montaña. Era todo eso y en absoluto parecía nada.
[dropcap]E[/dropcap]l gallo en lo más alto del palo del corral. La lechuza entre las frías piedras del campanario. Coincidieron un solo instante de inquieta contraluz, sin verse. Sin verso. Pero se sintieron. Ella en pleno vuelo. El con las uñas clavadas en el leño. Distintos. Distantes. Ilógico. Y lógico.
[dropcap]E[/dropcap]n el campo no había nada que pudiera hacer sol a la coqueta lechuza. Su atenta y escondida mirada le confería un aspecto de sofisticada rebeldía. En la oquedad del campanario suspiraba por la luna. – Cuando todos se acuesten, me desperezaré libre – se convencía cada amanecer.
[dropcap]E[/dropcap]n el corral no había nada que pudiera hacer sombra al altanero gallo de afilados espolones. Su cresta de corte steampunk le aportaba un tono de rebelde sofisticación. El punto más alto del palo le guardaba paciente sus esporádicas ausencias. Cuando lo habitaba, altanero lo controlaba todo. Se sabía en propiedad del botón de encendido del día. – Si yo me despierto, todos arriba – se decía cada tarde al despedir los últimos vestigios de luz solar. Tocaba dormir.
[dropcap]Q[/dropcap]uien anda con dudas de espacio y tiempo quizá no sea consciente de que la base de todo su dilema se halla en realidad en la velocidad acostumbra a decir una sabia a tiempo parcial. Queridos humanos, no es que sea un iluminado, miré en google, y dice que nuestra media está entorno a los 5 kilómetros por hora. Entrenando y exigiéndote fuerte quizá puedas llegar a los 40 (kilómetros hora de nuevo, claro) si tu meta está a 100 metros de distancia.
[dropcap]D[/dropcap]e clase de lengua de LOECEs, LODEs, LOGSEs, LOCEs, LOEs y/o LOMCEs. Cambia la fachada pero la distribución de las habitaciones viene a ser la misma más o menos (o menos o más).
[dropcap]N[/dropcap]o te compadezco por esa incapacidad tuya. Ni compasión, ni con pasión. Sin sonido, por escrito para que no dudes con el espacio. No te compadezco por todo eso que tú no puedes hacer y que a mí, a nosotros, nos puede resultar tan sencillo como despertar tras un plácido sueño. Un sueño en el que puedo, podemos, caer después de hacer tantas y tantas cosas como soy, somos, capaces de hacer.
¿Conduces? Me refiero a si dispone de un documento plástico válido para varios años que te hace competente para manejar un vehículo a motor. ¿No dispone de él? Valdría bicicleta en ese caso. ¿No eres capaz de mantener el equilibrio sobre dos ruedas? Sin presión, podemos bajar un escalón y pensar en los pies. ¿Caminas?