[dropcap]D[/dropcap]esde siempre ha sido costumbre en este pazo que mientras está naciendo un nuevo miembro de la familia, el padre esté plantando un arbolillo. Se trata de una tradición muy antigua, entroncada con ritos ancestrales, según parece. No hace daño a la Fe y la Iglesia de Dios Nuestro Señor lo permite. Debe ser el padre de la nueva criatura quien lo riegue la primera vez con agua bendita, traída de la vieja Ermita de la Virgen.